A 53 años de Trelew, el ex Pozo de Banfield fue escenario de la presentación del libro

El recuerdo se hizo militancia en una actividad cargada de historia, cultura y emoción.

A 53 años de Trelew, el ex Pozo de Banfield fue escenario de la presentación del libro

Este viernes se cumple un nuevo aniversario de la Masacre de Trelew y, en ese marco, este jueves por la tarde se llevó a cabo la presentación del libro Trelew, 1972 – 22 de agosto – 2022, del periodista e investigador Roberto Baschetti.

El acto se realizó en el emblemático Salón Delia Giovanola, ubicado en el Espacio para la Memoria ex Pozo de Banfield, en conmemoración de los 53 años de la masacre, y no se vivió como un acto formal, sino como una verdadera actividad militante y recordatoria, donde las paredes cargadas de historia se poblaron de testimonios, reflexiones y emociones.

La coordinadora del Espacio, Juana Eva Campero, abrió la jornada recordando la lucha que permitió recuperar ese sitio, en el que funcionó un centro clandestino de detención y maternidad durante la última dictadura.

“Este lugar se consiguió a través de la militancia. Por aquí pasaron más de 400 compañeros y compañeras. Hoy recibimos a jóvenes de escuelas y docentes que vienen a sembrar memoria, porque es necesario contar qué fueron esos años tan oscuros de nuestra historia”, expresó Campero.

Trelew

Con firmeza, remarcó además que hoy el ex Pozo de Banfield es el sitio de la memoria más activo de la Provincia de Buenos Aires, con actividades permanentes de educación, arte, cultura y militancia, lo que lo convierte en una referencia ineludible para las nuevas generaciones.

Luego llegó el momento central de la jornada, con la presentación cruzada de los protagonistas. Roberto Baschetti presentó a su compañera Nora Patrich no solo como artista, sino también como militante que atravesó el exilio, la lucha armada y el compromiso con el arte como herramienta política. Destacó que su archivo personal y su trayectoria militante fueron claves para animarse a escribir y construir juntos una memoria compartida.

Nora, a su vez, lo describió a él como un compañero de vida y de militancia, resaltando el valor de su archivo del peronismo revolucionario y su incansable tarea de recopilar documentos que hoy forman parte de la historia viva. Lo reivindicó como alguien que transformó papeles y registros en una verdadera trinchera de la memoria, y en ese intercambio también compartió su propio recorrido.

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Se reivindicó públicamente como “mujer guerrillera montonera”, convencida de que la palabra Montonero no puede usarse como insulto sino como símbolo de lucha, de entrega y de amor por el pueblo. Contó que en su libro «Girones de mi vida» narra su paso por las FAR y Montoneros, su exilio y la vida cotidiana de aquellos años, donde había dolor, pero también risas, solidaridad y una forma de entender la militancia como forma de vida.

En ese contexto recordó una experiencia que la marcó profundamente: haber sido custodia de María Antonia Berger, una de las tres sobrevivientes de la Masacre de Trelew. Revivió el impacto de escucharla contar cómo, herida de gravedad, escribía con su propia sangre en la pared del calabozo la palabra “LOMJE”, sigla que con el tiempo se haría bandera: “Libres o muertos, jamás esclavos”.

Para Nora, ese gesto sintetizó la esencia de una generación que eligió dar la vida antes que renunciar a sus ideales. “Hablamos de lucha y de resistencia, pero sobre todo hablamos de amor, porque nuestra militancia nació del amor a la vida, al pueblo y al otro”, dijo emocionada, dejando en claro que la memoria no se construye desde el odio sino desde el compromiso vital de no claudicar.

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A continuación, tomó la palabra Alda Pedernera, integrante de la Mesa de Trabajo del Pozo de Banfield y de la Comisión de Archivo, que fue la que impulsó la iniciativa de traer la presentación del libro a este espacio. Su intervención ancló la actividad en el territorio al remarcar la importancia de sostener la memoria en el presente y compartir, además, una anécdota personal del 22 de agosto de 1972, el mismo día de la Masacre de Trelew.

Recordó cómo aquella mañana se conoció que 16 de los 19 militantes recapturados tras la fuga de Rawson habían sido fusilados en la Base Almirante Zar bajo custodia de la Armada, en un operativo encubierto bajo la llamada “ley de fugas”. Con emoción relató que esa tarde asistió a un acto en la Federación de Box, donde la juventud revolucionaria exigía que los caídos fueran velados en Avenida La Plata sin distinción de organizaciones.

En medio de esa tensión, Héctor Cámpora pronunció la frase que marcó un quiebre: “Si son compañeros de ustedes, son compañeros míos”. Para Alda, ese momento selló un lazo de compromiso político y militante: “Ese día, Cámpora se ganó el corazón de la juventud peronista, empezó a ser el Tío querido y se compró a la militancia”. Ese vínculo, destacó, fue de una relación amorosa y cercana entre Cámpora y la juventud, que lo reconoció como propio en un momento decisivo.

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La jornada continuó con intervenciones artísticas que reforzaron la dimensión cultural de la memoria. Hubo lecturas, canciones y un emotivo video que recordó el bombardeo a Plaza de Mayo, acompañado por la voz de Teresa Parodi y otros artistas.

Entre esas expresiones, también se destacó la participación de Omar Palazolo, quien con su guitarra interpretó la Milonga del fusilado, un momento de gran carga emotiva que entrelazó música y memoria popular. Cada expresión se vivió como parte de un mismo hilo de continuidad: la memoria puesta en acto a través de la militancia, el arte y la palabra colectiva.

En el transcurso de la actividad, Lorena Battistiol, coordinadora de Sitios y Espacios de la Provincia de Buenos Aires, se hizo presente con un gesto cargado de sentido: entregó obsequios a los protagonistas de la jornada en nombre de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, que conduce Matías Moreno. Ese gesto simbolizó el acompañamiento institucional a una iniciativa nacida de la militancia, mostrando que la tarea de memoria es responsabilidad tanto del Estado como de las organizaciones populares.

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Trelew, la presentación del libro

El libro presentado, «Trelew, 1972-22 de agosto-2022«, es mucho más que una obra de investigación: es una herramienta política y cultural. Publicado en 2022, reúne biografías completas de los 19 presos políticos fusilados y de los tres sobrevivientes, y acompaña cada historia con materiales inéditos. Fotografías, solicitadas, comunicados, portadas de diarios y revistas, volantes y hasta historietas de época conforman un archivo imprescindible que da cuenta de la magnitud de aquel crimen.

Baschetti lo concibió como un documento integral: 140 fotografías, 50 tapas de diarios, 10 reportajes periodísticos, 55 afiches, 30 volantes y hasta una historieta alegórica forman parte del corpus del libro. Todo ello se convierte en una denuncia concreta contra los responsables materiales e intelectuales de la masacre, desde los ejecutores militares y policiales hasta los cómplices civiles.

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El autor lo define como un aporte indispensable no solo para historiadores y académicos, sino sobre todo para militantes, organismos de derechos humanos y lectores comprometidos con la verdad. Trelew reconstruye un hecho que el poder intentó silenciar y lo convierte en bandera de memoria y justicia.

Así, la jornada atravesada por testimonios, canciones, relatos, gestos institucionales y la fuerza de un libro indispensable dejó en claro que la memoria no es solo recuerdo, sino acción presente. Cada intervención, cada palabra y cada página del libro se enlazaron como parte de una misma consigna militante: seguir luchando contra el olvido y sostener en el presente los sueños de aquellos que dieron la vida por un país más justo.