Bullrich choca con Jorge Macri y buscará que los piqueteros no entren a la Ciudad

 El gobierno porteño coordinó con Nación el protocolo para la primera marcha piquetera. Patricia Bullrich tendrá a su cargo el control del Congreso, Casa Rosada y los puentes de acceso a la Ciudad, mientras que Waldo Wolff buscará impedir los cortes de calles.

Como publicó LPO, el nuevo protocolo antipiquetes de Patricia abre un conflicto con las provincias, especialmente con Buenos Aires y la Capital, el epicentro de las protestas. La ministra autorizó a que las fuerzas federales intervengan sin autorización de un juez.

El objetivo es impedir que los manifestantes ingresen a la Ciudad, algo que con seguridad provocará una ola de presentaciones judiciales.

La ministra aspira a ganar terreno como garante del orden. El protocolo se activará ante cualquier corte de calles y prevé denuncias contra los manifestantes que lleven menores a las marchas, que quemen neumáticos, que tengan palos o la cara cubierta.

"Hay que ver cómo sale, es bastante riesgoso. Depende de cuánto quieran pudrirla los troskos. Pero Patricia se juega mucho mañana", reconoció un funcionario nacional.

Bullrich dice que va intervenir todos los piquetes y abre un conflicto con Kicillof y Jorge 

Desde la gobernación bonaerense anticiparon que no aplicarán el protocolo, pero Bullrich encontró la forma de intervenir: las estaciones de tren son jurisdicción federal y allí habrá un "dispositivo especial para frenar micros e identificar piqueteros".

Patricia se reunió con Diego Kravetz, que tiene a su cargo la conducción de la policía. La ministra le adelantó que la custodia del Congreso y de Casa Rosada quedará a cargo de Nación. En la Ciudad miran de reojo a la ministra, que durante su gestión en el gobierno de Mauricio Macri chocó varias veces con el entonces ministro Martín Ocampo. La relación de Bullrich con Waldo Wolff es tirante: a pocas horas de asumir, criticó el accionar del ministerio de Seguridad porteño por ventilar el nombre de la persona que le había arrojado una botella a Javier Milei.

Pero el mayor obstáculo no es técnico sino político: en el bullrichismo hay bronca con Waldo porque jugó con Horacio Rodríguez Larreta en la interna presidencial.

Tanto en Nación como en Ciudad buscaron develar la menor cantidad de información sobre el operativo. "Nadie quiere decir más de lo que va a terminar haciendo", se sinceró una fuente al tanto de las negociaciones entre los dos distritos.