Con las firmas del FdT, avanzó en Diputados un proyecto sobre régimen de promoción para la industria del calzado

La iniciativa fue despachada en las comisiones de Industria, Presupuesto y Hacienda y Legislación del Trabajo. Juntos por el Cambio no acompañó, pero tampoco presentó un dictamen de minoría o de rechazo.

Con las firmas del FdT, avanzó en Diputados un proyecto sobre régimen de promoción para la industria del calzado

Las comisiones de Industria, Presupuesto y Hacienda y Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados dieron luz verde este miércoles al dictamen de un proyecto de ley que propone la creación de un régimen de promoción para la industria del calzado. 

El despacho salió solo con las firmas de los legisladores oficialistas, ya que desde Juntos por el Cambio decidieron no acompañar, en disconformidad con otorgar beneficios impositivos a un solo sector y no avanzar con una ley más integral.

Autora de la iniciativa, la primera oradora fue la diputada Constanza Alonso (FdT), quien aseguró que el proyecto “lo trabajamos mucho” y nació del consenso con el sector. “Es integral”, destacó y reveló que se introdujeron nuevas modificaciones a partir del aporte de legisladores y el Poder Ejecutivo. Se trata de “darles a los empresarios una herramienta que va a permitir que crezca el sector con previsibilidad, con reglas claras, pero también con muchas exigencias, para que cada uno de los aportes que haga el Estado vuelva en recursos productivos e inversiones”, señaló. 

La oficialista remarcó que “no pueden ser las arbitrariedades de las políticas públicas a nivel nacional y los destinos vaivenes económicos los que terminen haciendo que sectores que generan tanto mano de obra se caigan de un plumazo”.

Además, en su alocución, subrayó que “en provincia de Buenos Aires el sector del calzado tiene el 70% de la producción y los trabajadores”, mientras que “a nivel nacional genera 55 mil puestos de trabajo”. “Es una industria que cuando se pone en marcha toma personal de manera muy rápida”, destacó.

Alonso indicó que “el proyecto está pensado a 10 años” y “busca generar que cada vez tengamos más contenido nacional; no es una ley para el ensamble”. Por otra parte, apunta a “formalizar a gran parte de este sector que hoy está en una situación de informalidad. Casi la mitad está en negro o fabrica para marcas que no están dentro de la ley. La idea es poder generar los incentivos para que esta situación se normalice”.

Al explicar el texto, la legisladora remarcó también la creación del “Instituto del Calzado” desde donde se tendrán que “pensar estrategias de exportación, comercialización e internacionalización del calzado. En Argentina tenemos una enorme potencialidad, una calidad humana increíble y podemos salir fuerte al mercado”. 

Desde la oposición, el diputado Fabio Quetglas (UCR-JxC) cuestionó que el proyecto “no tuvo tratamiento en asesores” y “tuvo una sola reunión informativa”. Sobre la metodología del debate, consideró que “se impide el ejercicio de creatividad política” cuando “se podía haber enriquecido la conversación entre nosotros”.

El calzado “se trata de una actividad que tiene ribetes extremadamente significativos en términos sociales y productivos”, reconoció, pero se preguntó: “¿En función de qué criterio se fundamenta el carácter estratégico de esta o cualquier actividad?”. “Hay un montón de actividades desplegadas en el territorio, con empleo argentino, con necesidades específicas en materia de tratamiento fiscal y regulatorio, que no son tratadas porque pareciera que no tienen un diputado a mano al que pedirle”, lanzó. 

El radical sumó que “ Argentina está en una situación de fragilidad financiera fenomenal y estamos entregando un montón de beneficios en una situación que es gravosa para el equilibrio general”. 

A su turno, la diputada Romina Del Plá (PO-FIT) advirtió que esta actividad tiene “talleres clandestinos con enorme cantidad de trabajadores que no están registrados en ningún lado” y “este proyecto genera un régimen impositivo a las patronales” pero “no dice en qué consiste el programa para trabajadores, como si se les van a reconocer los aportes. Está planteado como una generalidad y no redunda en beneficio alguno para los trabajadores”.

Por el oficialismo, el diputado Sergio Palazzo (FdT) admitió que “muchas veces los regímenes especiales generan cierto encontronazo sobre lo que debería ser una ley impositiva más integral”. “Pero yo no tengo problema con este proyecto, porque sé que la industria del calzado es una de las industrias que generalmente es más afectada por el dumping, por la competencia desleal”, subrayó y expresó: “¿Por qué la política no debería acompañar cuando empresarios y trabajadores trabajan juntos para mejorar la situación?”.

“Es un proyecto que tiende a marcar un Estado presente antes que se genere una crisis dentro de la actividad. Yo preferiría votar hoy una ayuda impositiva para seguir sosteniendo esta industria y mejorar su capacidad de producción, antes que estar discutiendo el cierre de 26 mil PyMEs, como discutimos entre fines de 2015 y fines de 2019”, dijo. 

El jefe del Frente de Todos, Germán Martínez (FdT), ponderó que con esta iniciativa “venimos a proteger, a tratar de impulsar y promover al entramado de pequeñas y medianas empresas”. “Desconocer que además de la política económica, de los beneficios generales que puede haber, hay sectores industriales que necesitan acompañamientos específicos como sector, es desconocer la República Argentina”, aseveró. 

Para el santafesino se trata de “una muy buena iniciativa y ojalá podamos seguir aprobando otros proyectos de otros sectores industriales que son generadores de mano de obra, de innovación tecnológica, que permiten el empleo en blanco y necesitamos seguir impulsando”.

La postura de Juntos por el Cambio la dejó en claro el diputado José Núñez (Pro-JxC), vicepresidente de la Comisión de Industria, quien arrancó: “Nosotros no estamos en contra de promover ningún sector industrial, todo lo contrario. Lo que consideramos es que cuando uno gobierna a nivel nacional, gobierna para 45 millones de argentinos, y lo dijimos cuando aprobamos el régimen para las automotrices, que iban a venir a decir ‘por qué a él sí y a nosotros no’”.  

“Hay muchas cosas en las cuales coincidimos y celebro que la política junto a las cámaras empresarias y las centrales gremiales hayan trabajado juntos”, manifestó y, aunque reconoció que “tiene cosas muy positivas” también “tiene cosas que deberían ser para todos los sectores”.

El macrista anunció que desde su interbloque no iban “a acompañar, pero tampoco vamos a presentar ningún rechazo ni dictamen de minoría”. “Creemos que va a haber un cambio de gobierno muy pronto y entonces tenemos que hacer que estos temas no sean particulares, sino generales”, cerró. 

El proyecto propone la creación de un Régimen de Promoción de la Industria del Calzado y su Cadena de Valor, que tendrá como objetivos la promoción de las inversiones en el sector calzado; el fortalecimiento de su cadena de valor; la generación de puestos de trabajo de calidad; y el fomento de una mayor inserción internacional que fortalezca el perfil exportador.

También, el desarrollo de nuevos modelos y componentes, con escala y competitividad; el impulso al desarrollo de nuevos materiales más versátiles y ecológicos; la promoción, desarrollo y transferencia de nuevas tecnologías, conocimientos e innovación; y el cuidado del medioambiente. 

Por medio de la iniciativa se crea un “Programa de fomento de la industria local”; un “Programa de Fomento de Inversiones para el desarrollo de nuevos proveedores”; y un “Programa de promoción del empleo del calzado y de regularización del empleo industrial no registrado”. 

Además, se propone ajustar el sistema de etiquetado “Nomenclatura AR” para el calzado argentino; y la creación del Instituto Nacional de Promoción del Calzado Argentino. 

En la iniciativa se establecen parámetros progresivos para la composición proporcional del origen de la oferta nacional de calzado según su condición de calzados terminados y calzados desmontados y partes.

Entre los beneficios impositivos, se contemplan créditos fiscales, amortización acelerada en el impuesto a las Ganancias por bienes de capital, y retenciones 0 por exportaciones hasta el 31 de diciembre de 2031. También, para la promoción del empleo, una reducción de las contribuciones patronales.