Crecen las presiones de Petri y Bullrich a las Fuerzas Armadas se involucren en la guerra contra el narcotráfico

En el Ejecutivo creen que sólo necesitan que un general firme el aval a la operación para habilitarlos, pero los militares temen represalias cuando cambie el gobierno.

Crecen las presiones de Petri y Bullrich a las Fuerzas Armadas se involucren en la guerra contra el narcotráfico

 La intervención de las Fuerzas Armadas en Rosario para combatir la crisis narco que se desató luego del asesinato de cuatro inocentes se limitará a una colaboración logística, en la provisión de vehículos y en comunicaciones, pero no habrá presencia de militares en las calles como pretendía Patricia Bullrich.

Según contó a LPO fuentes al tanto de las negociaciones, la ministra de Segurdiad se agarró fuerte con su par de Defensa, Luis Petri, porque el ministro no logró convencer al Comando Mayor Conjunto para una participación más activa.

 [Patricia quiso desembarcar en Rosario con las Fuerzas Armadas pero chocó con la negativa de los militares]

Es que en las Fuerzas Armadas tienen muy en claro los impedimentos legales que pesan para desembarcar en la lucha contra el narcotráfico y las dificultades políticas que tiene el oficialismo en el Congreso para hacer cambios en la ley de Seguridad Interior como dijo el presidente este martes en una entrevista con Chiche Gelblung.

Lo cierto es que en las FFAA temen que los comprometan en la guerra contra el narcotráfico y cuando cambie el color político del gobierno tengan que enfrentar acusaciones de crímenes de lesa humanidad que complique a los militares que estén en el territorio y a sus generales: "no nos pueden dar garantías de que no habrá represalias", explicaron fuentes castrenses a LPO.

 En las FFAA temen que los comprometan en la guerra contra el narcotráfico y cuando cambie el color político del gobierno tengan que enfrentar acusaciones de crímenes de lesa humanidad que complique a los militares que estén en el territorio y a sus generales

En la cúpula militar tienen en claro que están entrenados para enfrentar a otro ejército y no a pandillas urbanas como las que tienen en jaque a Rosario y tampoco tienen el armamento y equipamiento adecuado donde habría una desproporcionalidad inmensa de poder de fuego que no es disuasivo sino letal y que luego, los puede comprometer con la justicia. 

"No estamos habilitados para responder a una 38 con un FAL. ¿Qué quieren que metamos una bomba de guerra en un barrio de Rosario?", enfatizaron las fuentes militares. 

Sin embargo, Bullrich insistió con Petri para que acepten desembarcar en la ciudad de forma activa. En rigor, para ello, alcanza con que un general autorice la operación y sus subordinados acaten. Pero según fuentes al tanto de las presiones, no consiguieron que ningún general ceda.

Xavier Isaac, jefe Estado Mayor Conjunto en Rosario

"Nos quieren mandar a la guerra, pero después no van a responder por nosotros", repiten entre las filas militares como sucedió en los 70 cuando los civiles nos pidieron que actuásemos contra la subversión y después nos dejaron solos", argumentó un militar en estricto off que además recordó que en la época de la dictadura se dio también un episodio en Rosario en donde dos suboficiales se enfrentaron a tiros con un civil y al día de hoy están presos en Campo de Mayo. "No hubo secuestro ni nada por el estilo, y esos suboficiales estaban para un funciones de logística. Respondieron a un ataque y uno murió. Siguen presos", recordó. 

 Nos quieren mandar a la guerra, pero después no van a responder por nosotros", repiten entre las filas militares como sucedió en los 70 cuando los civiles nos pidieron que actuásemos contra la subversión y después nos dejaron solos

De hecho, recuerdan que, en el estallido social del 2001, funcionarios de Fernando de la Rúa tantearon a las Fuerzas Armadas para que colaboren en la represión y también se negaron. En aquella oportunidad, se registraron más de 30 muertos por el accionar policial.

"Hay presiones de todos lados pero no para el Jefe del Estado Mayor Conjunto sino para que el general que tiene que firmar la autorización del operativo", alertó el militar. 

Además, los militares aún mastican bronca con el nuevo gobierno porque eliminó la jerarquización salarial que impactó fuertemente en los bolsillos de los integrantes de las fuerzas, como anticipó LPO: "ganamos menos que la policía y quieren que vayamos a hacerles el trabajo sucio", repiten.

En efecto, las Fuerzas Armadas repiten que no harán nada fuera de la ley y la Constitución, mucho menos sin no hay garantías de protección en caso de un cambio de gobierno que no quiera hacerse cargo del desastre que pueda dejar ese calibre de enfrentamiento e intente juzgar a los responsables. "Los que pondríamos el cuerpo, la cara y la firma somos nosotros", reprochan.