El bloque libertario sufre la falta de conducción y crecen las críticas contra Bornoroni
La bancada había resuelto en abril una conducción colegiada pero no está funcionando. "A Bornoroni no le da", afirman en el bloque de LLA.
El presidente de bloque de La Libertad Avanza (LLA) en la Cámara de Diputados, Gabriel Bornoroni, ya empezó a sentir que se resquebraja su autoridad como jefe de bancada. Durante la reunión conjunta de las Comisiones de Educación y Presupuesto para dictaminar sobre el aumento a las universidades, el legislador cordobés se acercó hasta donde estaba Oscar Zago, exiliado en un armado del MID y antecesor suyo en el oficialismo, para preguntar qué postura adoptaría.
La inquietud, según testigos del intercambio, no era para saber si Zago y Eduardo Falcone, miembro junto a Cecilia Ibáñez del nuevo bloque, iban a acompañar al oficialismo sino para comprender qué debían hacer los libertarios. "Nosotros vamos a firmar el dictamen del PRO", habría contestado Zago y Bornoroni se fue con su panorama aclarado.
Desde el entorno de Bornoroni argumentaron que se trata de una bancada con diputados que están haciendo su primera "experiencia parlamentaria" pero dijeron que "el clima interno es bueno". "Seguramente hay algunos disconformes con cuestiones puntuales pero no debe haber ningún bloque donde no pase lo mismo", sostuvieron.
El desconcierto en el oficialismo no es nuevo. En plena crisis por la intentona por desplazar a Marcela Pagano de la presidencia de la Comisión de Juicio Político, Martín Menem tuvo que diseñar una conducción colegiada, como reveló LPO.
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Fruto de aquella decisión, deliberada en una reunión de bloque, se resolvió que hubiera una decena de diputados que actuaran como virtuales vicepresidentes, en una bancada de alrededor de 40 legisladores. Sin embargo, fuentes libertarias reconocieron que eso se había pautado pero luego no llegó a funcionar.
En las últimas dos semanas, el legislador cordobés atravesó al menos tres situaciones que evidenciaron los problemas de conducción que sus adversarios internos le atribuyen.
Oscar Zago
Ya el 15 de mayo pasado las diputadas Rocío Bonacci y María Celeste Ponce firmaron un dictamen de repudio a la presencia de David Cameron en las Islas Malvinas, en la comisión de Relaciones Exteriores, presidida por Fernando Iglesias. "Los proyectos de Malvinas NO se votan", había sido la orden que circuló entre los integrantes libertarios de esa comisión.
El expediente fue apoyado por 24 diputados sobre un total de 31, aunque los siete disidentes aparecieron después: la primera impresión de los impulsores malvineros de la iniciativa, entre los que se contaban el peronista Santiago Cafiero, había sido que todos acompañaron. De hecho, la indicación a los libertarios para no rubricar el despacho llegó como "una recomendación de bloque".
Cuando LPO consultó entre los miembros de LLA por la desobediencia, la respuesta fue que "Bornoroni no define nada", y sugirieron que en esa comisión se impone Iglesias.
El mismo día se dictaminaron en la comisión conjunta de Presupuesto y Previsión y Seguridad Social los dictámenes para rediseñar la fórmula jubilatoria. Cuando terminaba la reunión, los legisladores del MID firmaron el proyecto del oficialismo pero en disidencia: reclamaron que se incorpore un aumento de 8 por ciento para que los jubilados recuperen una parte de sus ingresos contra la inflación. "Hubo tensión y no lo podían creer", admitió un asesor al tanto de lo ocurrido.
El malestar con el "zaguismo" llegó a contagiar nerviosismo en los diputados libertarios el martes pasado, cuando se discutía en la sesión el emplazamiento de las comisiones para aumentar el presupuesto universitario y restituir el FONID. Ofendidos por la falta de gestos políticos de parte de Menem y Bornoroni, los tres del MID abandonaron el recinto en el instante previo a las votaciones.
Martín Menem
Al ver las bancas vacías, los legisladores de LLA se desesperaron e imploraron por teléfono a los zaguistas que volvieran. "A los diez minutos nos invitaron al tedeum del 25 de mayo y el acto en el Luna Park", dijo uno de ellos.
Como sea, el problema del oficialismo en la Cámara Baja expresa, para algunos de sus miembros, la dificultad para encontrar una figura equilibrada entre la audacia política y la organicidad. "Zago parecía demasiado independiente de Martín y Bornorni parece nada más que un delegado de Martín", resumió un libertario.
