Estudiantes y profesores porteños marcharon contra el cierre de carreras docentes

Entre otros reclamos, exigieron mayor seguridad en los profesorados ante la ola de robos, mejorar el mantenimiento y la infraestructura, y desratizar los edificios escolares.

Estudiantes y profesores porteños marcharon contra el cierre de carreras docentes

A punto de cumplirse cinco años de la aprobación de la Ley que habilitaba la creación de la UniCABA, antes y durante el debate del proyecto enviado por Soledad Acuña al recinto, los 29 profesorados porteños advertían que la intención del gobierno local era vaciar a los institutos de formación docente (ISFD). El Ejecutivo porteño, en cambio, aseguraba que el objetivo de instaurar la nueva casa de altos estudios era jerarquizar la formación de maestros y maestras mediante la implementación de las licenciaturas y que no iban a dictar carreras ya existentes en los institutos. Al poco tiempo, la razón se ubicó del lado de los que rechazaban la UniCABA.

Soledad Acuña habilitó en la currícula educativa universitaria carreras que se dictan en los profesorados y comenzó a cerrar inscripciones, cursos  postítulos y carreras de los diferentes institutos de formación docente: El vaciamiento de los ISFD había comenzado su recorrido. Por esta razón, los profesorados se movilizaron durante la jornada, marchando desde Plaza San Martín, en el barrio porteño de Retiro, hacia la sede del Ministerio de Educación porteño ubicado en el Barrio 31.

Docentes y estudiantes de los profesorados en la clase pública en las inmediaciones del ministeriro de Educación porteño.


El lunes 29 de mayo debía comenzar la inscripción online para estudiantes de la carrera de formación inicial en el segundo cuatrimestre, pero el pasado 24 de mayo, a tan solo cuatro días del inicio de la inscripción, el ministerio de educación porteño envió una resolución ordenando que inhabilitaba ese proceso en más de diez profesorados.

La situación no da para más”, lanza en diálogo con Tiempo Marina Rodríguez coordinadora del Centro de Estudiantes del Normal 7, un profesorado que dicta las carreras de nivel inicial y primario. “Sufrimos otro ataque del gobierno porteño, al cerrar la inscripción al profesorado de educación inicial para el segundo cuatrimestre en más de 10 profesorados y solo dejó habilitada la inscripción en dos institutos”, cuenta la estudiante.

Esta situación implica que haya menor cantidad de vacantes disponibles para la inscripción y que, en un futuro inmediato, baje drásticamente la cantidad de maestras en el nivel inicial. “Además –continúa Rodríguez– nosotros tenemos más del 80% de los docentes y las docentes de los profesorados que son interinos, es decir que no son titulares, por lo tanto hay un montón de derechos que no tienen. Al mismo tiempo la Ciudad anunció que va a cambiar nuestros planes de estudio, todavía no nos dio la nueva currícula que pretende instalar”. 

De la clase pública, además de alumnos y alumnas, participaron docentes de los profesorados y estudiantes de los últimos años que ya están trabajando como profesores en varios colegios. En las puertas del Ministerio, la ministra Soledad Acuña se negó a recibirlos, pero pudieron entregar un petitorio con varios puntos: reapertura a las carreras de los profesorados; reapertura de los postítulos cerrados, mejoras edilicias, seguridad las 24 horas en todos los institutos y no a las reformas de los terciarios; entre otras reivindicaciones.

«El problema no es que hay muchos maestros»

No vamos a permitir que sigan vaciando nuestros institutos”, manifestó a Tiempo Estela Fernández, presidenta del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal –CESGE–, organismo conformado por las y los rectores de todos los profesorados porteños. La docente participó de la movilización al ministerio y reclamó con urgencia que se termine con el ajuste en los profesorados.

“El cierre de inscripción de los aspirantes a nuestros profesorados provocará un vaciamiento abrupto en las instituciones. Sin estudiantes nosotros no podemos existir”, acota.

Emanuel Lista, director de la Unidad de Coordinación de Formación Docentes, había enviado un comunicado argumentando que el cierre de las inscripciones se debe a que no hay cargos docentes vacantes en el nivel inicial porque hay muchos maestros y maestras en ese sector.

“En realidad el problema no es que hay muchos maestros, sino que no hay jardines maternales ni jardines de infantes. Lo que más molesta, lo que más indigna y lo más triste, es que la solución para ellos siempre es cerrar los profesorados y siempre ir por el vaciamiento de los 29 institutos”, señala a Tiempo Brenda Casagrande, Coordinadora del centro de estudiantes del profesorado Eccleston.

Por último, Beatriz Frenkel, Rectora del Instituto de Educación Superior N°1 «Alicia Moreau de Justo», alertó que el gobierno porteño “quisó imponer la UniCABA de una sola vez y al encontrarse con la resistencia de la comunidad educativa, empezaron a darnos cada vez menos lugar y ponernos en peor situación”. La docente enumeró varios hechos que el ministerio provocó para vaciar los profesorados: cerrar la inscripción a carreras, dejar los institutos abandonados, no reparar los ascensores, muchos colegios con ratas. Estas situaciones también desalientan tanto a los nuevos estudiantes como a los docentes. Nos hacen sentir mal dentro de nuestras instituciones, de las que queremos seguir formando parte. Está todo muy claro:quieren cerrar los institutos y solo dejar abierta la UniCABA”.

Un vaciamiento anunciado

En junio del año pasado, Soledad Acuña ordenó el recorte de 24 materias de profesorados docentes del Romero Brest y del Instituto Federico Dickens. Lo hizo mediante la firma en el documento que lleva el título: “Propuesta de renovación de la formación docente”. El documento habilita una fuerte reducción en la carga horaria y la eliminación de 24 cátedras. Habían 64 materias y las redujeron a 40.

El presidente del Centro de Estudiantes del ISEF N°2 “Federico Williams Dickens”, Marcos Mabilia Garófalo, manifestó en su momento a este medio que «esto nos quitaría todo un año de formación en nuestra carrera, ya que de cinco pasamos a cuatro”.

Precisamente, el objetivo del gobierno de la Ciudad es reducir de 3007 horas reloj de formación docente a 2.600. En el punto B de esta modificación de la carrera docente, Acuña argumenta que “es necesario que la propuesta curricular posibilite una mejora en las trayectorias de las y los estudiantes del profesorado (…) y que ello implique, para las y los estudiantes, una cursada diaria aproximada de un turno”.

La inseguridad en los profesorados

Las y los estudiantes reclaman que dentro de los institutos se sienten inseguros, pero más que una sensación hay hechos concretos que denotan la inseguridad que padecen a diarios miles de futuros maestros: ”en nuestros institutos no tenemos seguridad, por lo tanto sufrimos de muchísimos robos, robos de laboratorios, robos de computadoras”, explica la coordinadora del Centro de Estudiantes del Normal 7.

Pero la inseguridad no se limita a los robos dentro de los profesorados, sino también a la falta de ggarantías respecto a la integridad física de los estudiantes y docentes. “Por ejemplo, el ascensor de mi profesorado desde el año pasado que no anda, por lo tanto una persona que está en silla de ruedas no puede ir a estudiar todavía a mi profesorado. Lo mismo sucede en el Joaquín V. González donde hay 11 pisos y 4 ascensores de los cuales anda uno solo y eso ocurre desde hace muchos meses”, suma Rodríguez.

Y concluye: “es un abandono total en toda la educación, por eso las escuelas están llenas de ratas, de alacranes, por eso los docentes cobran una miseria. Tenemos un gobierno de la ciudad que no piensa en los pibes y las pibas, que no piensa realmente que la educación es el futuro, sino que está dispuesta a destruirla poco a poco”.