Juicio a los rugbiers: la defensa se juega la última carta con los amigos de los ocho acusados

Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi estuvieron en Le Brique la madrugada en que mataron a Fernando, pero fueron sobreseídos. "Van a tener que hablar", avisó la querella.

Juicio a los rugbiers: la defensa se juega la última carta con los amigos de los ocho acusados

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa entra en una etapa clave, en la que se definirá la suerte de los ocho imputados. Durante los primeros días de esta semana desfilarán los últimos testigos, quienes resultan de especial interés para una defensa dispuesta a echar sobre la mesa todas sus cartas. Se esperan los testimonios de Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, los amigos que veraneaban con los acusados y fueron sobreseídos; además de familiares de los detenidos y peritos de parte que tratarían de mejorar la situación de los sospechosos, tras diez audiencias lapidarias desde la producción de pruebas en su contra.

Estaba previsto finalizar el debate el miércoles 18 de enero, cuando se cumpliera el tercer aniversario del homicidio del joven estudiante de Derecho (ver aparte), pero ahora la idea es que entre el lunes y martes, declaren el resto de los testigos pendientes, para luego dar paso a la etapa de los alegatos y la sentencia.

Entre los testimonios más esperados está el de Guarino y Milanesi, quienes aquella madrugada estaban en Le Brique y, según se estableció tuvieron un rol pasivo en las afueras del boliche de Villa Gesell cuando sus amigos mataron de una paliza a Fernando. La presencia de ambos fue requerida tanto por el abogado defensor, Hugo Tomei, como por la querella, el abogado Fernando Burlando, que representa a Silvino Báez y Graciela Sosa.

Por su parte, la fiscalía había sido quien oportunamente pidió el sobreseimiento de ambos y si bien no estaba interesada en traerlos al debate como testigos, los fiscales de juicio participarán del interrogatorio ante los jueces.

“Fueron sobreseídos, no tendrían por qué ampararse en ningún tipo de derecho y deberán declarar lo que recuerden. No vamos a dudar un solo instante en solicitar la aprehensión de aquellas personas que vengan a mentir, a obstaculizar un interrogatorio, van a tener que hablar. Pasaron tres años. Hay muchas imágenes que seguramente van a refrescarle la memoria”, advirtió Burlando.

Aquella madrugada, por lo menos Guarino no se mostró exultante. A su novia le dijo: “Esta noche fue rara, no me siento bien”. Además, en un grupo de WhatsApp llamado “No seas tan trolo” que compartía junto a otros amigos de Zárate no lo identifican como a un violento y critican al resto de los agresores. Algunos de los mensajes que intercambiaron, cuando a esa altura Guarino ya estaba detenido, fueron: “En algún momento les iba a pasar. Son un problemita para la sociedad”; “Estoy sufriendo por Juampi (Guarino)”; “Se olvidan la patada en la cabeza que le dio Maxi. Nadie les dice nada porque con las pibas son buena onda pero con los pibes son unos animalitos”.

Tras la “declaración espontánea” de Luciano Pertossi, uno de los acusados, se supone que los ocho imputados no volverán a hacer uso de la palabra, al menos hasta que no pasen todos los testigos. Lo que puedan declarar Milanesi o Guarino, quizá los condicione y obligue a cambiar de postura. Vale decir que por ser testigos ambos están obligados a decir la verdad o incurrirían en el delito de falso testimonio.

Aún está pendiente escuchar a amigos de Fernando y a allegados y familiares de los acusados, elementos que son considerados como de concepto. La parte acusadora también hizo lo propio. Además, darán su opinión algunos peritos que plantearán que la víctima pudo haber fallecido de un aneurisma; y estará presente otro joven que estaba con el grupo agresor, pero que en aquel momento era menor de edad.

La importancia de los roles

Los ocho imputados llegaron acusados de «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas» en contra de Fernando y de «lesiones leves» por los golpes que padecieron los amigos de la víctima. Para mantener esta tipificación debería comprobarse que los implicados se pusieron de acuerdo en querer matar a Fernando. Consultado sobre el caso, el abogado Rodolfo  Yanzón, indicó a Tiempo que “si bien se manejaron como una pandilla, con un fuerte mandato machista, alguno puede ser más responsable que otro. No sé si corresponde una única pena para todos. Lo tendrán que ver los jueces. Probablemente alguno de los acusados que hace tres años está preso quede absuelto, porque puede que no haya pruebas suficientes sobre el rol de cada uno. Esas consecuencias también hay que evaluarlas”.