Junto a CFK, el presidente abonó la teoría de la proscripción

Habló del juicio por el que la vicepresidenta fue condenada como una “simulación” en la que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y dijo que se buscó su “inhabilitación política”.

Junto a CFK, el presidente abonó la teoría de la proscripción

Había expectativa sobre lo que diría el presidente Alberto Fernández este miércoles ante los legisladores sobre la vicepresidenta y sus problemas judiciales. Y se refirió al tema luego de fustigar duramente a la Justicia y el accionar de “los sótanos de la democracia”.

Habló en ese pasaje de “la conformación de una estructura que opera de manera coordinada en la que se involucran miembros del Poder Judicial, medios de comunicación y políticos de la oposición”. Advirtió que en ocasiones ese accionar “fue apuntalado por los servicios de inteligencia y seguridad en clara violación a las prohibiciones que establece la ley”.

“Hace unos meses esta organización coronó su actuación con una condena en primera instancia a la vicepresidenta de la Nación. Lo hicieron tras simular un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan con el absurdo jurídico buscando su inhabilitación política”, denunció el primer mandatario.

Según Fernández, “esa sentencia es el corolario al que se llega tras el desatino de una serie de interpretaciones jurisprudenciales que desde el 2015 vienen repitiéndose y que contradicen los más elementales principios del derecho penal”.

Puesto en analista jurídico, Fernández rechazó el argumento judicial de que “no pudo no haber sabido”, según el cual “presumen el dolo, castigan por cierto criterio de responsabilidad objetiva e imponen el derecho penal de autor. Entonces se castiga a la persona por lo que es y no por la que ha hecho”.

Según el presidente, “cualquier estudioso del derecho penal se asombraría ante semejante retroceso. Al derecho penal liberal, nacido al amparo de la Revolución Francesa y que evolucionó con la mejor dogmática en el derecho continental, le repugnaría observar semejantes conclusiones”.

Para concluir, el presidente dijo que los tribunales “aún tienen tiempo de reponer el imperio del derecho y acabar con tantas tropelías cometidas invocando a la Justicia” y cerró pidiendo levantar la voz “porque el reclamo de justicia cobra vigencia una vez más cuando el derecho se tuerce por el odio y la persecución política”.