La contundente respuesta de China al plan de Japón para desechar las aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima en el océano

Pekín mantendrá la prohibición a las importaciones de algunos alimentos japoneses y aplicará nuevos controles de calidad.

La contundente respuesta de China al plan de Japón para desechar las aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima en el océano
Pekín mantendrá la prohibición a las importaciones de algunos alimentos japoneses y aplicará nuevos controles de calidad.