Los impuestos en Brasil: un sistema barroco que castiga a los pobres y premia a ricos y accionistas

La Cámara de Diputados aprueba un proyecto de reforma tributaria que crea un IVA para empezar a simplificar un esquema que grava más el consumo que la renta o el patrimonio

Los impuestos en Brasil: un sistema barroco que castiga a los pobres y premia a ricos y accionistas

Para los contribuyentes de todo el mundo pagar impuestos suele ser una tarea ingrata, un fastidio, pero para los trabajadores brasileños es un auténtico infierno. El sistema tributario de este país es barroco. Complejísimo y plagado de excepciones y exenciones. La más increíble, la que desde los noventa exime de pagar impuestos a los dividendos que las empresas reparten a sus accionistas. Y, además, es profundamente injusto. La carga tributaria se apoya mucho más en el consumo (alimentos o servicios que usan indistintamente ricos y pobres) que en la renta o el patrimonio. Conclusión, los impuestos castigan a los más miserables y, en vez de paliar la brutal desigualdad, la perpetúan y aumentan. Después de tres décadas de debate, la Cámara de Diputados aprobó con holgura una reforma tributaria ya entrada la noche del jueves: 382 diputados a favor, 118 en contra y tres abstenciones. Ahora debe ir al Senado.

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