Massa pide “no dormirse”, ante datos que lo inquietan y el revulsivo de Milei

Los antecedentes en las elecciones de agosto y octubre motivan al ganador de estas últimas a ser precavido en los cálculos. Sobre todo cuando los datos que empiezan a conocerse no ayudan. La clave de la fiscalización.

Massa pide “no dormirse”, ante datos que lo inquietan y el revulsivo de Milei

Aunque algunos piensen que el acuerdo con Mauricio Macri y Patricia Bullrich puede haberlo “descafeinado”, Javier Milei sigue concitando la máxima atención a su paso. Así es que su presencia en una estación de servicio en los momentos pico del desabastecimiento de combustibles que se vivieron la semana pasada sirvió para dar una muestra más de lo que su figura genera. Decidido a exponer los puntos flacos de su rival en el balotaje, el líder libertario no dejó pasar la oportunidad para hacer política de la manera que sabe y más le rinde: grabando un video que subiría luego a sus redes, con críticas por la falta de nafta en el lugar de los hechos; un tiro al pie que se generó el candidato oficialista, de esos que en serio hacen perder votos. Se verá si para el 19 de noviembre el tema se diluyó o generó algún efecto residual.

El arrastre que genera la figura de Milei se vio también a la salida del recinto de la Cámara baja el jueves pasado, con todo el periodismo detrás, provocando una verdadera avalancha, con algún camarógrafo caído en ese trance.

Para evitar esas aglomeraciones, había llegado bien temprano a la sesión especial al recinto de la Cámara. Ahí se supo que el líder libertario estaría presente en la ceremonia que luego se haría en el marco de la Asamblea Legislativa convocada a los efectos de proclamar las fórmulas que competirán el próximo 19 por la presidencia de la Nación. Atento a esa posibilidad, el candidato oficialista había despejado su agenda para asistir en ese caso a la asamblea: no le dejaría el escenario completo a su rival.

Sergio Massa esperó en la Presidencia de la Cámara que hoy ocupa su alfil Cecilia Moreau, y que él encabezó durante casi 3 años. Cuando precisamente esa diputada izaba la bandera en el inicio de la Asamblea Legislativa, él apareció en uno de los palcos del recinto. No por casualidad eligió uno de los que daban justo sobre donde se ubica el candidato de La Libertad Avanza. Las fotos lo mostrarían luego por encima del candidato que salió segundo en las elecciones generales. Para una elección tan relevante, hay que estar en todos los detalles.

Cada sector político dio su propia versión fotográfica del evento. El ministro/candidato se jactó de que los fotógrafos hicieran tomas de ambos candidatos en el recinto, con él por encima de su rival, como espera resultar el 19. Pero sus equipos difundieron fotos suyas solo, asomado en el balcón y expectante; los de Milei mostraron fotos de su referente parado contra la pared del fondo del recinto, como diferenciándose del resto de sus pares. Hasta Cristina Kirchner tuvo su propia versión: su gente distribuyó una fotografía donde se ve a la vicepresidenta borrosa, de espalda, mirando al candidato, que es el que sí aparece en foco. Una señal de apoyo de la Jefa al candidato, al que tal vez no convenza tanto esa imagen que puede dar lugar a diversas interpretaciones.

Massa se reunió después de la Asamblea Legislativa en el Salón de Honor de la Presidencia de la Cámara con los diputados del bloque oficialista. Ahí bajó línea: les pidió “no dormirse en los laureles” y también dio a entender que está abajo en las encuestas.

Muchos lo tomaron como un deliberado intento de evitar cualquier atisbo de relajación. Pero la realidad es que la elección está realmente pareja, y empiezan a aparecer varias encuestas donde lleva la delantera el libertario. Se conoció esta semana una de Aresco, que lo da a Milei 5 puntos arriba: 49,7 a 44,9%. El trabajo dice dónde necesita el candidato oficialista mejorar su intención de voto para ganar: entre votantes de Rodríguez Larreta y Schiaretti; en la provincia de Buenos Aires, las del NEA, NOA y Patagonia. También entre los menores de 30 y los sectores medios y bajos.

Hay dos antecedentes para tener bien en cuenta en materia de encuestas. Para las PASO, era favorito Juntos por el Cambio, donde la sumatoria de la electrizante interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta parecía que se alzaría con la mayoría de votos, mientras que Milei y Massa se esperanzaban con esgrimir el dato de haber sido los candidatos individuales más votados. Al final, fue el libertario el que encabezó en todo concepto, y si bien no hizo gran diferencia respecto de los otros dos, el haber liderado en lugar de salir tercero con menos de 20 puntos, como le auguraban en vísperas de la elección, le sirvió para encumbrarse como amplio favorito a partir de entonces. Con el correr de las semanas bajó la espuma, cometió errores y se amesetó. Al final, entre una elección y la siguiente, bajó casi un punto: 29,86% en las PASO, 29 en octubre.

Para las generales, el ganador fue Sergio Massa, y la gran diferencia alcanzada lo pintó como amplio favorito. Sin embargo corre el riesgo de que cuando baje la espuma, y de hecho eso empezaría a verificarse. Podría pasarle como a Milei en las generales. La realidad es que el libertario quedó bastante averiado en las generales, tras un resultado inesperado para él, y casi tan desorientado como se la vio a Bullrich durante los primeros días post PASO. Lo favoreció, eso sí, la acelerada decisión de Macri y Bullrich de sumarse a la campaña de LLA.

En el marco del 13° Foro ABECEB del que también participó el expresidente, el politólogo Andrés Malamud sostuvo que“la irrupción de Macri después del balotaje equilibró la balanza y hoy las encuestas dan empate técnico”.

El trabajo de Aresco indica que al 72,9% de los votantes de Milei le dan más ganas de votarlo ahora, y solo un 7,2 está desencantado por eso. Está claro que puede haberle resultado a La Libertad Avanza un revulsivo, más allá de los problemas que le haya originado puertas adentro, fundamentalmente entre los dirigentes, refractarios sobre todo a compartir con otros lo que consideraban propio. El ruido generado entre legisladores electos comenzó a revelar lo que estaba más cantado que Despacito: la endeblez en el seno de las listas presentadas por LLA en todo el país. Es un secreto a voces que el peronismo colaboró activamente en la provincia de Buenos Aires para nutrir las listas libertarias con gente propia, a cambio de garantizar fiscalización. Una fiscalización que ya no estará en este balotaje, pues los intendentes ya han hecho lo suyo y tienen lo que querían. La situación que se le plantea a Milei de cara a la elección definitoria fue graficada por un dirigente de UP con esta sentencia: “Es muy posible que Milei sea el más votado en el balotaje… si le cuentan todos los votos”.

Dependerá mucho de lo que pueda garantizarle la fiscalización del PRO, que tiene un afiatado equipo de fiscales que ha ido reuniendo a lo largo de estos años, mas no contará esta vez con los radicales, claves en la tarea territorial dentro de Juntos por el Cambio.

Los temblores internos que le causaron a La Libertad Avanza las negociaciones con Macri adelantaron dramáticamente los tiempos al mostrar grietas internas que alumbraron una declaración de protesta, hasta ahora confirmada solo por dos legisladores electos. Uno del Parlasur -o sea inocuo, aunque con bastante prensa-; el otro, alguien con antecedentes de portazos contra quienes le abren las puertas: el diputado nacional electo Pablo Ansaloni, introducido a último momento en el puesto 6° de la lista nacional bonaerense, en el marco del acuerdo postrero alcanzado con el Partido FE. Ansaloni es alguien que ya abandonó las huestes de Cambiemos cuando la derrota de 2019. Ahora anunció que formará un bloque propio y no descarta apoyar a Massa. “Si el pueblo necesita que se apoyen las propuestas de Sergio Massa, ahí voy a estar. Me van a encontrar votando lo que le haga bien a la Argentina”.

Ya sin Ansaloni, de los 38 diputados nacionales que sumó LLA, quedan en 37. Y si se tiene en cuenta lo que anticipó el diputado salteño Carlos Zapata, del interbloque JxC, pero ya armando las maletas, él conformará una bancada con los dos de La Libertad Avanza que entraron a la Cámara baja por su provincia, el bloque libertario será de 35.

A ese paso, si Milei no es gobierno, que a nadie sorprenda que esté en una veintena dentro de un año. Pensando en un triunfo, el massismo se frota las manos.

Tampoco es tanto lo que el PRO pueda llegar a proporcionarles. El jefe de esa bancada calcula que con aliados llegarán a ser 51 diputados, de los cuales una decena todavía no se ha pronunciado a favor de la movida de sumar apoyo a La Libertad Avanza. Todo dependerá del resultado del 19: si gana Milei, es seguro que el PRO macrista se va a autopercibir oficialismo; si pierde, hay una chance remota -pero chance al fin- de salvar JxC. Igual, no son muy optimistas, ni dan señales en ese sentido. El miércoles, en una jornada marcada por reuniones de comisiones de las que los diputados de JxC participaron a media máquina, se la escuchó a una diputada de ese espacio, de un partido que es gobierno en su provincia, decirle a un interlocutor a través del celular: “Nosotros estamos fuera de todo”.

No es lo que piensa Macri, entusiasmado con una eventual victoria de Milei en el balotaje que asumirá como propia.