MSC Cruceros coge velocidad

La empresa de transporte marítimo supera la tormenta de la covid con nuevas embarcaciones: cinco en los últimos 18 meses

MSC Cruceros coge velocidad

La gente del mar navega en aguas llenas de rituales y supersticiones. Desde que se inicia la construcción de un barco, existe la costumbre de colocar una moneda en la quilla (una estructura que va de la proa a la popa) como símbolo de buena fortuna. Después, en la inauguración de la nave, se rompe una botella de champán contra el casco para apaciguar la ira de los mares, porque, como reza un antiguo proverbio: “Barco que no haya probado vino, probará sangre”. Esta ceremonia es uno de los momentos más simbólicos para Gianni Onorato (Nápoles, 1960): “Una vez que se ha roto, estoy más tranquilo”, dice el consejero delegado de MSC (Mediterranean Shipping Company) Cruceros. “Soy un marinero e hijo de marineros, por eso esta ceremonia para mí tiene una mayor importancia”, afirma a bordo del Euribia, la nueva embarcación de la empresa que está propulsada por gas natural licuado (GNL) y que surca el mar del Norte rumbo a Copenhague.

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