Murió Gregorio Pérez Companc, dueño de la cuarta fortuna más grande de la Argentina

Fue dueño de la compañía alimenticia Molinos Río de la Plata y de la energética PeCom. Según el ranking de la revista Forbes, tenía una fortuna valuada en 3.900 millones de dólares.

Murió Gregorio Pérez Companc, dueño de la cuarta fortuna más grande de la Argentina

Gregorio Pérez Companc, uno de los empresarios más acaudalados de la Argentina, murió este viernes a los 89 años. Fue dueño de la compañía alimenticia Molinos Río de la Plata y de la energética PeCom. Según el ranking de la revista Forbes, tenía una fortuna valuada en 3.900 millones de dólares.

Nacido el 23 de agosto de 1934 en la Provincia de Buenos Aires, fue adoptado a los 11 años por Ramón Pérez Acuña y Margarita Companc. Comenzó en los negocios con su hermano Carlos, en una familia que llegó a tener un conglomerado empresarial ubicado este año en el puesto 809 de los más ricos del mundo, también de acuerdo a Forbes.

‘Goyo’, como apodaban a Gregorio, tenía perfil bajo, era conservador y católico. Llegó a presidir también el Banco Río de la Plata, la Compañía Naviera Pérez Companc, Sade y Munchi’s. En 2009 se corrió para dejar el lugar a hermanos, Rosario, Pilar y Luis, quienes quedaron al frente de sus negocios.

Estaba casado con María del Carmen Sundblad, fundadora de la cadena de heladerías Munchis, y tuvo siete hijos. El mes pasado se anunció que tres de sus hijos les compraron a sus hermanos las principales compañías del grupo, por unos 550 millones de dólares.

Negocios con el Estado

La familia Pérez Compac se convirtió en 1976 en poseedora mayoritaria de SADE Sociedad Anónima y durante la última dictadura cívico-militar se incrementaron fuertemente sus negocios.

“El grupo Pérez Companc, decano junto al grupo Techint de la patria contratista, fue uno de los contratistas más importantes de YPF y la relevancia de esa participación para este grupo económico la puso de manifiesto Oscar Vicente, directivo del grupo, en una entrevista periodística, donde señaló que: ‘1958, es cuando la compañía decide entrar en petróleo. Pérez Companc, en ese momento, no facturaba más de 10 millones de dólares. 1967: se triplicó la facturación al entrar en el negocio de perforación de pozos y en la producción, es cuando apareció el contrato Entre Lomas. 1976, 1977,1978: Es la época de la gran privatización de los contratos petroleros, de cuando compramos Sade-General Electric. Nuestra facturación entonces pasaba largamente los 100 millones de dólares.1981, 82 y 83: Sade estaba en pleno funcionamiento. Y facturábamos entre 300 y 400 millones de dólares’”. Así lo citaron Eduardo Basualdo, Pablo Manzanelli y Daniela Calvo en el artículo de Flacso “Los grupos económicos locales durante el siglo XX y las dos primeras décadas del siglo XXI”, publicado en 2020.

Ya en democracia, el grupo estuvo entre los principales ganadores del proceso de privatizaciones de los 90 y creció su participación en el mercado energético. Fue a fines de esa década cuando compró Molinos Río de la Plata, que pertenecía al grupo Bunge & Born. La empresa, con marcas como como Granja del Sol, Exquisita, Lucchetti, Matarazzo, Preferido y muchas otras, se convirtió en el fuerte del holding.

En 2018, por decreto, el entonces presidente Mauricio Macri le perdonó a Molinos una deuda por 70 millones de dólares.

Gregorio Pérez Companc murió posicionado como uno de los empresarios más poderosos de la Argentina. El ranking de Forbes, actualizado en abril de este año, lo ubica entre los cuatro más adinerados del país: “Marcos Galperín (52 años), dueño de Mercado Libre con U$S 6.300 millones, es el único entre las 500 personas más ricas del mundo, le sigue Paolo Rocca, principal accionista del grupo siderúrgico y petrolero Techint, en el puesto 529 con U$S 5.600 millones, junto a Alejandro Bulgheroni con U$S 4.900 millones y Gregorio ‘Goyo’ Pérez Companc con U$S 3.900 millones, comparten el privilegio de estar entre las 1.000 personas más ricas de la Tierra”.