Nostalgia futbolera: el regreso de las camisetas de mangas largas

En la reciente Liga Profesional, Unión y Colón vistieron los modelos invernales que los clubes argentinos dejaron de usar hace una década. Las empresas -por costos- y los futbolistas -por comodidad- prefieren las remeras de mangas cortas.

Nostalgia futbolera: el regreso de las camisetas de mangas largas

En el meridiano del 2023, ya con la Liga ganada por River y en plena disputa de la primera fecha de la Copa de la Liga, un detalle hizo feliz al sentimiento vintage de los hinchas: al menos en dos equipos de Primera, Unión y Colón, las camisetas de mangas largas volvieron de su largo destierro. Atrás, en especial en la década del 90, quedan pósters de ídolos o de campeones recubiertos hasta los puños, como Diego Maradona en su último regreso en el Boca-Racing de 1997, Enzo Francescoli y el bicampeonato de River 1997 contra Vélez, e Independiente y su título ante Huracán en 1994.

Ya en las últimas temporadas, cuando los futbolistas pasaron a vestir mangas cortas en partidos con temperaturas bajo cero, los más inquietos en el relicario deportivo se preguntaron qué mafia estaría prohibiendo las históricas camisetas de invierno: daba frío de solo ver la piel descubierta de los jugadores. En verdad, se trata de un escenario establecido en los últimos 10 años, cuando los equipos dejaron de usar -primero de manera gradual y luego ya definitiva- mangas largas. Un ejemplo: de 2019 a 2020, River jugó con siete modelos de camisetas, todas en versión verano.

Si hasta el cambio de siglo los clubes vestían básicamente de dos a cuatro modelos, uno de verano y otro de invierno –para su indumentaria titular y suplente-, para el escenario actual influyeron dos motivos principales. Por un lado, la preferencia de los jugadores, que se sienten incómodos con vestimenta de manga larga. Y por el otro, la conveniencia económica de las empresas de marcas deportivas, a las que los modelos de invierno les resulta poco redituable. Los inviernos más suaves de los últimos años –la temperatura anual promedio en Buenos Aires pasó de 17.5 en 1993 a 18.9 en 2017- ayuda a alimentar ese esquema de negocios.

Foto: Prensa Unión

El creador de @LaCasacaBlog, Santiago Chichizola –y uno de los autores del libro “Camisetas legendarias”-, pone en contexto: “Antes era una cuestión funcional: en invierno se usaba manga larga. Pero en este siglo llegaron las remeras térmicas, también llamadas primera piel, que les resultaron cómodas a los jugadores y sobre todo a las marcas. Pese a lo que se piense, la manga larga no es conveniente comercialmente hablando. Es muy estacional: se puede vender solo en una época y luego ya es ítem de liquidación. En cambio la manga corta se usa todo el año”. Chichizola, sin embargo, también advierte un lento y nostálgico regreso a una variante que parecía perdida: “Hay cierta nostalgia fashion por la manga larga y, como se diversificó mucho el mercados, se vuelven a ver y fabricar. Pero ya son como un ítem especial. Es decir, no todas o no cualquier camiseta viene en versión manga larga”.

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