“Nunca vi nada semejante”, afirmó el forense que hizo la autopsia

Así lo aseguró a los jueces este lunes el médico de la Policía Científica, Diego Duarte. Luego, el especialista se quebró ante la prensa: “la verdad que es muy fuerte siendo padre", dijo.

“Nunca vi nada semejante”, afirmó el forense que hizo la autopsia

La segunda semana del juicio que se le sigue a los ocho amigos, muchos de ellos rugbiers, acusados de matar a Fernando Báez Sosa, comenzó con la declaración de varios testigos técnicos. Tras el testimonio de la médica ambulancista, Carolina Giribaldi, que asistió a Fernando Báez Sosa tras ser atacado fuera del boliche «Le Brique» de Villa Gesell, hizo lo propio el médico forense de la Policía Científica que le practicó la autopsia al cuerpo. “Nunca vi nada semejante” le dijo a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores.

Tanto Giribaldi como Duarte, coincidieron en señalar que el cuerpo de Fernando tenía las lesiones “más importantes” en el cerebro. Ante los magistrados María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, Duarte explicó que de la autopsia, realizada en el hospital de Pinamar, se desprendía que el cadáver tenía «múltiples lesiones en la zona del maxilar derecho», «hemorragia en el cerebro y cerebelo» y «hemorragias y hematomas».

A esa altura del debate, los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, habían preferido retirarse de la sala para evitar escuchar los detalles y no observar las imágenes de la necropsia. Según detalló Duarte, la víctima presentaba una «lesión cerebral aguda», que produjo la «muerte instantánea en el paciente».

«Las lesiones más importantes están en el cerebro y la cara», explicó, y aseguró que además tenía un «desgarro hepático» y que un informe complementario determinó que existían otras lesiones en un pulmón.

El especialista agregó que «las partes más afectadas» en el tronco cerebral «son las que albergan las funciones vitales del organismo», y que sufrió «golpes multidireccionales» y «suficientes» como para «dañar el cerebro contra la pared ósea».

Foto: Diego Izquierdo / Télam

Respecto de la impronta que la víctima presentaba en la cara, en su zona maxilar, precisó que se correspondía con un «golpe directo con muy alta energía», compatible con «una zapatilla».

A pedido de la defensa de los rugbiers, a cargo de Hugo Tomei, el TOC 1 se opuso a la exhibición de fotografías del cuerpo de Fernando tomadas por Duarte en el hospital al que fue llevado previo a la autopsia, por lo que solo se mostraron este mediodía las correspondientes al estudio forense.

Tras su declaración formal a la justicia, el forense dijo a los medios presentes fuera del tribunal que Fernando presentaba «lesiones incompatibles con la vida» y expresó con la voz quebrada: «El paciente sufrió daño en todo el sistema nervioso central, tanto cerebro, cerebelo, tronco cerebral, no hay una lesión única, son mùltiples…la verdad que es muy fuerte siendo padre…».

Al terminar ambos testimonios, el abogado de la familia de la Fernando, Fernando Burlando, señaló que el joven «fue asesinado en el lugar y no le dieron oportunidad. Yo especulo que le han pegado incluso estando muerto. No tenía ninguna oportunidad de seguir con vida».

Tras un cuarto intermedio de cerca de una hora, el juicio continuó después de las 14.15 con los testimonios de las médicas forenses Patricia Gómez y Silvana de Piero, y de los efectivos policiales Ramón Rueda, Javier Collava.

Tal como ocurrió durante la primera semana del juicio, las declaraciones eran presenciadas por los ocho imputados, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), quien por primera vez desde el inicio del debate oral cambiaron sus ubicaciones en los dos bancos que ocupan dentro de la sala de audiencias.