Oda a Sergio Busquets, el último solista del Barcelona que encantó al mundo

Parte del Mundial de España en Sudáfrica 2010, anunció su despedida del club después de 18 años y de reinventar el puesto de mediocampista central. Heredero de Guardiola, fue siempre más reconocido por los entrenadores que por el hincha. “Si ves el partido, no verás a Busquets -dicen que dijo Del Bosque-, pero si ves a Busquets, verás el partido”.

Oda a Sergio Busquets, el último solista del Barcelona que encantó al mundo

Pep Guardiola es el nuevo entrenador del Barcelona. Viene de dirigir al Barça B, la filial, en la cuarta división. Estamos a mediados de 2008. En un entrenamiento en la Ciudad Deportiva, Lionel Messi le susurra: “Este es bueno”. En el debut en la Liga, el Barcelona pierde 1-0 con el Numancia, de visitante. El “bueno” se llama Sergio Busquets y no juega. “Busquets y Pedrito”, había respondido Guardiola cuando le habían preguntado quiénes reemplazarían a Deco y a Ronaldinho, sus “descartados”. En la segunda fecha, el 13 de septiembre de 2008 -1-1 ante el Racing de Santander en el Camp Nou-, Busquets, hijo de un exarquero del Barcelona, juega los 90 minutos en su debut en Primera. Busquets no sólo será el cisne en la mitad de la cancha de acaso el mejor equipo de la historia, el Barcelona 2008-2012, sino que nunca más saldrá del Barça. Y, trascartón, es el futbolista que reinventó el puesto de mediocampista central (el 5 argento, el mediocentro a la española). A los 34, después de 18 años en el club (15 temporadas con el primer equipo y 32 títulos, el último, este domingo, la Liga 2022/23), Sergio Busquets dejará el Barcelona. Y con él se va el último solista de aquella orquesta que encantó al mundo.

El juego de Busquets aunó distintas miradas. Dijo César Menotti: “Es el mejor 5 de los últimos 50 años. Cuando le llega la pelota tiene todo escrito en la cabeza”. Dijo Diego Simeone: “En lo que hace, es el mejor de todos. Es el que permite al Barcelona jugar en el campo rival continuamente. Incluso cuando la televisión no lo enfoca, está haciendo algunas cosas bien”. En la intimidad, cuando se preparaba para ser entrenador, Simeone visitó en un entrenamiento a Guardiola en la Ciudad Deportiva del Barcelona. “Tenés a Messi, a Iniesta, a Xavi -le dijo el Cholo a Pep, anticipando su cosmovisión más estratégica y colectiva-, pero Busquets es el que lo hace todo bien, el más importante del equipo”. Busquets fue -es- un jugador más valorado por los técnicos que por el hincha medio. “Con Busquets -escribió el periodista Rafa Cabeleira- se nos va el detector de imbéciles más infalible”. Porque Busquets era “lento”, le faltaba “intensidad” y “fuerza”. “Los hombres veloces no hacen el fútbol rápido -asentó Dante Panzeri en Fútbol, dinámica de lo impensado (1967)-. El fútbol rápido surge de las mentes veloces, que frecuentemente se dan en futbolistas lentos de carrera”. Busquets fue el 5 más “rápido” del fútbol siglo XXI. “Me importan más los elogios de los entrenadores, compañeros o de la gente del fútbol -dijo él- que lo que dice un jurado, que lo que busca es el futbolista mediático. Y yo no lo soy”.

Busquets
Detrás de Lionel Messi, siempre Sergio Busquets.
Foto: AFP

Busquets no puede comprenderse sin la línea de tiempo del Barcelona. Existió porque antes existió Guardiola. Y Guardiola, porque antes existió Johan Cruyff, el holandés que resignificó al club. En su autobiografía, Johan Cruyff 14 (2016), el artífice en la cancha del “fútbol total” registra: “La gente habla de los demás jugadores del Barça, que son buenísimos, y nunca de Busquets. Pero será interesante oír a esa gente cuando Busquets no esté más. Pienso que entrarán en shock cuando vean el cambio en el equipo”. Es ese el momento que ha llegado. Después de su debut en 2008, Cruyff había escrito en una columna en El Periódico de Catalunya, mezcla de identikit y anticipo: “Técnicamente superior a Touré y Keita. Posicionalmente, apariencia de veterano. Con y sin balón. Con balón hizo fácil lo difícil: dar salida a uno/dos toques. Sin balón, otra lección: la de estar en el sitio justo para interceptar y recuperar corriendo lo justo. Y eso siendo joven e inexperto. Los mismos pecados que su técnico”. Hay una frase atribuida a Vicente del Bosque, el DT con el que fue campeón del mundo con España en Sudáfrica 2010, que, nos recordó John Muller, de The Athletic, puede haber salido en verdad de un blogero fanático del juego: “Si ves el partido, no verás a Busquets, pero si ves a Busquets, verás el partido”. Pertenece ya a la cultura fútbol. Del Bosque sí dijo, ante las críticas después del debut con derrota 1-0 ante Suiza en Sudáfrica 2010: “Si yo fuera jugador, me gustaría parecerme a Busquets; lo hace todo bien”.

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