Tras el golpe de los santacruceños Francos presiona a fondo al catamarqueño Jalil

Los libertarios siguen clavados en 36 votos y necesitan 37 legisladores para aprobar la ley.

Tras el golpe de los santacruceños Francos presiona a fondo al catamarqueño Jalil

 Guillermo Francos entró en pánico cuando recibió las primeras señales que los senadores por Santa Cruz podrían rechazar la ley bases y activó un intenso operativo sobre el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, para que garantice la presencia del senador que le responde, Guillermo Andrada, para llegar al quórum en la sesión de miércoles. 

El intento desesperado del Poder Ejecutivo se produce luego de que fracasara en su objetivo de conseguir que el tucumano Osvaldo Jaldo persuadiera a la senadora Sandra Mendoza de que vote a favor de la ley Bases. "El bloque peronista alambró sus votos y ninguno de sus senadores apoya la ley en general", aseguraban a LPO durante el fin de semana.

Este lunes, Francos recibió a Jalil y Andrada en su despacho de la planta baja de la Casa Rosada y los tapó con promesas de obras públicas y otros beneficios directos. Sin embargo al cierre de esta nota, no estaba claro que Andrada haya aceptado desmarcarse del bloque peronista y Jalil continuaba sumido en un profundo silencio,

La confirmación pública de los senadores de Santa Cruz que anunciaron este martes su rechazo a la ley bases, anticipada por LPO la semana pasada, confirmó los peores presagios de la Casa Rosada. 

Los senadores de Santa Cruz anunciaron que rechazan la ley y entra en crisis el gobierno

Los libertarios lanzaron la red por última vez el viernes pasado para atraer la voluntad de los legisladores peronistas que responden a los gobernadores con más afinidad con la Casa Rosada. Acaso confundidos por su propio relato, se figuraban que hasta los ex gobernadores Juan Manzur y Sergio Uñac podían votar a favor de la norma, pero esa apuesta fue desmentida por fuentes del bloque peronista al instante.

Un grupo de senadores detectó este mediodía que se había expandido el temor a que se cayera la sesión por falta de quórum. Durante un almuerzo en el despacho de la vicepresidenta Victoria Villarruel, se habría conversado del tema y la estrategia compartida fue la de salir a buscar el compromiso de los gobernadores peronistas.

Por eso, un grupo de senadores detectó este mediodía que se había expandido el temor a que se cayera la sesión por falta de quórum. Durante un almuerzo en el despacho de la vicepresidenta Victoria Villarruel, se habría conversado del tema y la estrategia compartida fue la de salir a buscar el compromiso de los gobernadores peronistas aliados, reconociendo que será difícil por la disciplina que vienen exhibiendo los senadores.

El senador Andrada junto al gobernador Jalil con Francs, este lunes en la Casa Rosada.

El nerviosismo crece porque el oficialismo no tiene más de 36 senadores a favor del proyecto y tampoco tenía claridad sobre lo que haría Martín Lousteau, a pesar de que presentó dictamen propio y eso supondría que estaría comprometido a dar quórum. "El quórum no está en debate", contestaron a LPO desde el equipo del presidente de la UCR.

Sospechas de compra de votos: Milei mandó el pliego de Crexell para la Unesco a horas de la votación de la ley bases

En todo caso, la incertidumbre revela las dificultades del gobierno, que ya tiene seis meses de gestión pero ninguna ley. "Si sale la ley, dentro de todo, es porque los senadores aliados tienen más miedo a que les tiren tomates por la calle que otra cosa", soltaron en uno de los despachos que colaboró con las negociaciones que se le habían trabado a los libertarios Bartolomé Abdala y Ezequiel Atauche.

En el entorno de un senador aliado reconocieron que, aun así, "el gobierno está cerca de sacar la ley sin haber abierto el cofre", en una turbia referencia a que los votos por la positiva se habrían conseguido sin apelar a recursos materiales onerosos. Lo paradójico es que su confesión se produjo minutos antes que se filtrara el pliego de la neuquina Lucila Crexell para designarla embajadora argentina ante la UNESCO, a cambio de su voto afirmativo, con casa y sueldo de 20 mil dólares mensuales en París.