Unión transoceánica para ganar fortaleza

La sexta edición del foro Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global resalta la importancia de los lazos trasatlánticos ante desafíos que emergen en un mundo más polarizado

Unión transoceánica para ganar fortaleza
Desde la izquierda: José Manuel Albares, ministro de Exteriores en funciones; Joseph Oughourlian, presidente de PRISA; Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español en funciones; Alan D. Solomont, presidente de la Cámara de Comercio España-EE UU; y Santiago Cabanas, embajador de España en EE UU.

La seguridad alimentaria, el cambio climático, la digitalización, la inteligencia artificial, la lucha contra la inflación, la recuperación económica, la salud democrática, la inversión en infraestructuras y los retos geopolíticos son algunos de los desafíos que se extienden por todo el globo. Ante esos retos mundiales, la sexta edición del foro Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global, celebrado esta semana en Nueva York, destacó la importancia de los lazos que conectan las economías de ambos lados del Atlántico.

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Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). De izquierda a derecha, Christian Barrientos, director general de Abertis Mobility Services (izquierda); Inmaculada Riera, directora general de la Cámara de Comercio de España (centro); y Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia.Jan Martínez Ahrens, director de EL PAÍS América (izquierda), en conversación con Marc Murtra, presidente de Indra.De izquierda a derecha: José Morán, socio y presidente del Grupo de Práctica de Energía, Minería e Infraestructuras de Baker McKenzie, modera la mesa de Susan Nickey, presidenta de American Clean Power; Gabriel Alonso, consejero delegado de 547 Energy; y Puneet Verma, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales Federales de Avangrid. 
Phil Murphy, gobernador de Nueva Jersey.Ángel Alonso Arroba, vicedecano de Gestión y Desarrollo de la Escuela de Asuntos Públicos y Globales de la IE University, modera la mesa de Carme Artigas, secretaria de Estado para la Digitalización y la Inteligencia Artificial de España (centro); y Beena Ammanath, directora ejecutiva del Instituto Global Deloitte de Inteligencia Artificial.

El presente de la inteligencia artificial

“La inteligencia artificial (IA) no es el futuro, es el presente”, sentenció Carme Artigas, secretaria de Estado para la Digitalización y la Inteligencia Artificial del Gobierno de España. Lo fue, desde luego, en el sexto foro Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global, organizado por EL PAÍS el miércoles pasado en Nueva York. La IA sobrevoló todas las conversaciones de la mañana, pero sobre todo centró el tema de la última mesa, en la que Artigas debatió con Beena Ammanath, directora ejecutiva del Instituto Global Deloitte de Inteligencia Artificial, con la moderación de Ángel Alonso Arroba, vicedecano de Gestión y Desarrollo de la Escuela de Asuntos Públicos y Globales de la IE University. 
La secretaria de Estado habló de cómo la iniciativa pública puede sacarle todo el partido a la IA, y al mismo tiempo tiene la responsabilidad de mantener a raya sus amenazas. Ammanath aportó el punto de vista de la empresa privada, y aventuró que la IA impulsará la economía de un modo que carece de precedentes, pero también advirtió que añadirá un factor de riesgo que las compañías tendrán que aprender a gestionar. “Ya no solo existirán los riesgos financieros o de reputación. Ahora se abren ante las empresas riesgos éticos y de confianza derivados de un uso responsable de la IA”, argumentó. “A nuestra generación nos corresponde poner las reglas, como cuando se inventó el automóvil. ¿Cuáles son los límites de velocidad que vamos a fijar?”.
Artigas recordó que España ha sido pionera al legislar ante esos retos, especialmente, con la adopción en 2021 de la Carta de los Derechos Digitales, que recoge, entre otros, el derecho a la desconexión, al descanso y a la conciliación de la vida personal y familiar. Otra de las prioridades, dijo, es la de que “nadie se quede atrás”. “La IA puede contribuir a avanzar en asuntos como la consecución de los Objetivos de Desarrollo de la ONU, la promoción de la sostenibilidad, la optimización energética o el acceso a la educación, y ahí es donde entran las políticas públicas”, añadió la secretaria de Estado. 
Ammanath, por su parte, recogió ese guante e insistió en otra de las ideas-fuerza de la jornada: la necesaria colaboración entre lo público y lo privado para hacer frente a los desafíos del futuro.