Crece el conflicto con IOMA: en la provincia hablan de cartelización y enfrentan a la poderosa Femeba

Es la agremiación médica más importante del país. La oposición presiona con varios proyectos.

Crece el conflicto con IOMA: en la provincia hablan de cartelización y enfrentan a la poderosa Femeba

El conflicto con IOMA -la obra social del Estado bonaerense- se propaga en varios distritos de la provincia. Desde la suspensión de prestaciones en clínicas, hasta conflictos puntuales con odontólogos y farmacéuticos.

La liberación de precios por parte del gobierno nacional y la disparada inflacionaria impactan de lleno sobre una obra social con más de 2 millones de afiliados.

Cuatro legisladores provinciales avanzaron en los últimos días con proyectos de ley con fuertes cuestionamientos a las autoridades de la obra social.

El diputado del PRO, Fernando Rovello, pidió la interpelación del presidente de IOMA, Homero Giles, para que explique la suspensión de prestaciones en clínicas y falta de cobertura en medicamentos ocurrido en distintas localidades de la provincia.

"Desde hace tiempo se viene desarrollando un conflicto sin solución aparente. Tal es así, que la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA) denunció deudas millonarias por parte del Instituto.

Primero tienen que conseguir los votos para aprobarlo y se lo aprueban con todo gusto voy a ir. Es más, si me cursan una invitación voy sin que tengan que aprobar nada.

El presidente de IOMA, Homero Giles, estaba al tanto del proyecto de Rovello. "Primero tienen que conseguir los votos para aprobarlo y si lo aprueban con todo gusto voy a ir", dijo Giles a LPO. "Es más -agregó-, si me cursan una invitación voy sin que tengan que aprobar nada".

En tanto, el senador del PRO, Axel Campbell, avanzó con un pedido de informes para que el Ejecutivo explique en la Legislatura la situación por la que atraviesa IOMA.

"El servicio es cada día peor: no hay turnos, los afiliados tienen que realizar copagos para ser atendidos, los médicos tienen honorarios de miseria y en muchos lugares se niegan a seguir prestando servicio al Instituto", dijo Campbell.

Por el lado del radicalismo, Diego Garciarena y Emiliano Balbín presentaron un proyecto de ley para declarar la emergencia sanitaria, económica y financiera de IOMA.

Fernando Rovello.

Los radicales piden a Giles que eleve a la Legislatura un informe detallado que contenga la ejecución de su presupuesto, cantidad de prestaciones y servicios otorgados y cantidad de afiliados.

En los últimos días, el epicentro del conflicto se centró en la ciudad de Mar del Plata, nada menos que en el mes de enero. Tres de las principales clínicas que existen en la ciudad suspendieron las prestaciones y la furia de los usuarios no tardó en estallar.

Detrás del conflicto asoma -según explican en La Plata- la poderosa Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (Femeba) que mantiene desde hace meses un conflicto con las autoridades de IOMA.

La provincia le pagó en diciembre a Femeba $4.000 millones en concepto de prestaciones. Con eso, la agremiación debía pagar a los médicos las consultas y las prácticas médicas.

Sobre fin de año, después una pulsada que llevó meses, IOMA consiguió acceder a los datos contables de Femeba. De allí surgió que la federación se quedó con 1.000 de los 4.000 millones enviados.

"Femeba les paga a los médicos del interior menos de lo que corresponde y se queda con una rentabilidad del 25% de lo que le gira la provincia. Una rentabilidad que ni siquiera le corresponde tener porque no es una empresa", explican desde IOMA.

Ahora están analizando los datos de enero y adelantan que Femeba se quedó con 1.600 millones sobre un total de 4.600 millones girados a la federación.

"Ahí está el foco de la cuestión. Y por eso es mala la atención en el interior de la provincia. Porque Femeba se queda con el 25% de los fondos que la provincia transfiere", aseguran en La Plata.

En La Plata hablan de un sistema cartelizado para referirse al accionar de las clínicas y de Femeba. Sostienen que la federación pide un aumento que no tiene sustento en los costos y que además no presentan la información necesaria para poder evaluar esa suba.