Kicillof quiere crear una empresa de emergencias médicas y un laboratorio farmacéutico

Serán sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria. Se incluyeron en paquete de leyes que envió a la Legislatura.

Kicillof quiere crear una empresa de emergencias médicas y un laboratorio farmacéutico

Axel Kicillof incluyó en el paquete de leyes que envió a la Legislatura la creación de dos empresas estatales vinculadas a la Salud. Se trata de la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud y del Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense. Las dos tendrán forma legal de Sociedades Anónimas con Participación Estatal Mayoritaria.

La empresa de emergencias funcionará en principio como complemento del SAME creado por María Eugenia Vidal. Durante la gestión de Cambiemos se diseñó un sistema de emergencias que hasta entonces no existía. La provincia compró y entregó ambulancias a los 119 municipios que adhirieron.

Sin embargo, el costo de sostener esas ambulancias y el personal recayó sobre los intendentes y eso generó desigualdades entre un municipio y otro. Es que la realidad económica de los distritos es muy diferente en muchos casos y eso se nota en los sistemas de salud locales. El diagnóstico es la falta de inversión y un sistema deficiente.

El objetivo de la empresa es poder centralizar desde la provincia la atención de las emergencias médicas de los municipios. Con esto se alivia a los municipios de la responsabilidad de sostener el costo de las ambulancias y del personal especializado. Al igual que ocurre con los patrulleros de La Bonaerense, las ambulancias sufren un deterioro muy rápido debido a un funcionamiento permanente y en condiciones de emergencia.

Para los municipios es muy difícil recuperar parte del gasto que genera el SAME. Las ambulancias trasladan a los pacientes a los hospitales en condiciones de emergencia y después son obras sociales y prepagas quienes articulan con los centros médicos los gastos por internación y demás. El costo del traslado en ambulancia no tiene recupero para los intendentes.

Fuentes del ministerio de Salud explican que una empresa de emergencias médicas permitirá tener además una estadística centralizada sobre accidentología, algo que hoy no existe. Eso permitirá, dicen en la cartera que conduce Nicolás Kreplak, planificar mejor las emergencias y tener un mejor sistema de salud.

La gestión de Kicillof compró unas 400 ambulancias. Unas 300 se adquirieron con fondos que envió el gobierno nacional, otras se compraron con recursos propios, mientras que unas 24 habían quedado sin entregar de la gestión de Vidal.

Según un informe de la señal Todo Noticias, unas 100 unidades están desde hace meses en un predio de Ensenada, al aire libre. Desde la provincia aseguran que 27 están patentadas y que serán destinadas a la nueva empresa de emergencias médicas. El resto están en proceso de patentamiento y que serán entregadas a los municipios.

Las dos empresas son herramientas claves para profundizar la integración del sistema de salud. Hace meses que trabajamos en estos proyectos. El contexto actual los vuelve más importantes.

La otra empresa es el Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense y será una reconversión del instituto biológico Tomás Perón, un histórico organismo del Estado bonaerense con capacidad para producir medicamentos.

Desde la llegada de Kicillof al poder se buscó reconvertir el instituto en una Sociedad del Estado. Ahora parece haber acuerdos hacia adentro del organismo para avanzar hacia una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria.

El objetivo del gobernador es aumentar la capacidad de producción de medicamentos del actual instituto. En especial de lo que se denominan medicamentos huérfanos, los que la industria farmacéutica evita producir por cuestiones financieras. Son drogas destinadas a un reducido grupo de pacientes que, sin embargo, responden a necesidades de salud pública.

El cambio de instituto a una sociedad anónima responde a la necesidad de darle celeridad a la compra de insumos para la producción. Es que al ser un organismo del Estado cada compra entra en el pesado circuito de la burocracia estatal. En el gobierno aseguran que para la compra de insumos farmacéuticos esos tiempos hacen imposible la producción a gran escala.