Para no afectar el mercado inmobiliario, piden regular las app de alquiler temporario

Manuel Socías (FdT) aseveró que plataformas como Airbnb “conllevan el riesgo de quitar del mercado parte del parque de viviendas disponibles para alquiler residencial e, inclusive, de la producción de viviendas nuevas”.

Para no afectar el mercado inmobiliario, piden regular las app de alquiler temporario

En medio de la crisis habitacional que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires, el legislador del Frente de Todos (FdT) Manuel Socías reflexionó respecto de esa problemática y apuntó contra las aplicaciones de alquiler temporario como Airbnb, dado a que consideró que quitan propiedades del mercado y afecta a la producción de nuevas viviendas.

“Necesitamos hacer algo con Airbnb antes de que sea imposible alquilar en Argentina. Lo que las plataformas de alquiler temporario tienen de positivo para el turismo, contrasta con la capacidad que éstas tienen de modificar negativamente la vida de las ciudades y de sus habitantes”, comenzó señalando el legislador a través de sus redes sociales. Al mismo tiempo que recordó que “hace tiempo venimos insistiendo sobre la importancia de esta cuestión porque existe evidencia suficiente de que su impacto, sumado a problemas que se vienen arrastrando históricamente, están agravando la crisis habitacional del país”.

En ese sentido, Socías explicó que “no hay dudas de que el turismo representa una oportunidad tanto para la ciudad de Buenos Aires, como para tantas localidades en el resto del país. Es una actividad que potencia las economías locales y el empleo, a la vez que pone en valor entornos urbanos y paisajes naturales”, aunque advirtió que “la irrupción vertiginosa de las plataformas de alojamiento temporario conlleva el riesgo de quitar del mercado parte del parque de viviendas disponibles para alquiler residencial e, inclusive, de la producción de viviendas nuevas”.

Al mismo tiempo que recordó que “tiene también un fuerte impacto en los precios: dolariza las expectativas de los alquileres residenciales permanentes que se vuelven imposibles de pagar incluso para los sectores medios” e indicó que la Ciudad de Buenos Aires no es la excepción ya que se trata de “un fenómeno global, que preocupa y ocupa a muchas ciudades del mundo. Ciudad de México, Amsterdam, Toronto, Berlín, Nueva York, Arizona, y decenas de otras ciudades del mundo están discutiendo qué hacer”.

“La voluntad y creatividad de los gobiernos locales es determinante para encauzar este dilema. Si los alquileres turísticos temporarios estresan el mercado de alquiler convencional, hay que regularlo, contenerlo y reorientarlo”, destacó y detalló que “en 2018, la BBC ya se hacía eco de la cuestión y recorría algunas de las medidas que las alcaldías tomaban para defender el acceso a la vivienda y desincentivar el crecimiento desmedido de la actividad”.

Socías también señaló que “en Argentina, el Estado todavía no ha desarrollado un saber específico ni una capacidad burocrática para abordar este tema. Existe cierto temor en tomar decisiones sobre una cuestión tan compleja y con tantas aristas”, aunque consideró que “lo peor que se puede hacer es revolear regulaciones sin ningún impacto y sólo para acallar el reclamo de ciertos sectores, como hizo la ciudad de Buenos Aires”.

“La Legislatura sancionó la ley de alquileres temporales en 2019, cuyos objetivos, en teoría, eran similares a los de otras ciudades del mundo. Pero el texto final terminó siendo tímido y no basta con sancionar leyes sino que es necesario hacerlas cumplir”, destacó y precisó que “hoy, en Buenos Aires, hay menos de 500 inmuebles inscriptos en el registro sobre un total estimado en más de 15 mil unidades ofertadas, y no se registra ninguna sanción a quienes incumplen su deber de anotarse”.

A su vez el legislador reconoció que “el turismo per se no es una amenaza. Hay que saber interpretarlo en su complejidad para aprovechar sus dimensiones más virtuosas y contener las más dañinas” y aseguró que “el fenómeno de los nómades digitales, por ejemplo, tiene algunas particularidades que lo distinguen del turismo convencional: estadías más largas, recursos humanos de alta calificación, inserción en los ecosistemas productivos locales”.

Además afirmó que “ya hay ciudades trabajando sobre esto: Ciudad de México, por ejemplo, apuesta a una asociación con una de las principales plataformas para intentar capturar parte del nuevo flujo de trabajadores nómades de los EEUU” y precisó que en Argentina el Ministerio del Interior y el Ministerio de Turismo “interpretaron esta oportunidad y desarrollaron un visa especial con una promoción internacional muy agresiva para que esos nuevos nómades consideren a nuestro país como una alternativa muy conveniente para esa nueva realidad laboral”.

“Fuimos y somos insistentes con este problema, porque de haber pensado estratégicamente la reconversión del microcentro, el GCBA podría haber promovido que parte de las oficinas vacías estuvieran orientadas a ese nuevo segmento de nómades digitales, entre otros destinos posibles. Nada se hizo. Mientras la miramos pasar, numerosas ciudades alrededor del mundo continúan reformulando sus estrategias y normas, sobre un debate que sigue abierto y vivo”, completó.