Posse se queda con Aysa en medio del conflicto con las cooperativas

El jefe de gabinete absorbe la empresa que dependía de Ferraro y se asoma a una situación crítica en los municipios por el ajuste de Caputo.

Posse se queda con Aysa en medio del conflicto con las cooperativas

Nicolás Posse se quedó con el control de Aysa luego de casi un mes de la salida de Guillermo Ferraro, en medio de los problemas que empieza a tener la empresa en los municipios por el ajuste que hizo Luis Caputo.

El jefe de gabinete se hará cargo de la empresa de agua que opera en la Ciudad y en parte del Conurbano, en donde ya empezó a tener problemas por los pagos a las cooperativas que trabajan en los municipios.

Las cooperativas se encargan de los programas "Agua+ trabajo" y "Cloaca + trabajo", además del programa de redes secundarias con el que se hacen las vinculaciones domiciliarias a la red de agua, que está financiado por el Banco Mundial.

De las 86 cooperativas que trabajan en el conurbano, 64 pertenecen a los dos primeros programas y 22 al de las vinculaciones domiciliarias. No recibieron el pago de diciembre y en los últimos días presentaron los certificados para cobrar enero. Si bien en el Gobierno dicen que eso se va a regularizar, en el sector aseguran que marzo vendrá aún más complicado.

Aysa le paga a los municipios para que los intendentes se encarguen del pago a las cooperativas, pero depende directamente del Tesoro, es decir, de Caputo. Aún con el programa del Banco Mundial debe recibir la plata directo del Tesoro.

De este modo Aysa es otra de las empresas que sufre el plan del ministro de Economía, abocado al déficit cero a costa de cortar los pagos en múltiples áreas y cortar el chorro a las provincias y municipios.

Respecto de las obras, Aysa no tiene horizonte, ya que también depende de Caputo y Milei ya dijo que no habrá obra pública. Ferraro quería continuar las obras con más del 80% de avance y terminó eyectado del gabinete. Mientras la empresa puso a las obras en marcha en "periodo de revisión", en el sector creen que se plancharán todas las obras y que megaproyectos terminados como el Sistema Riachuelo tendrán un delay impensado hasta hace meses atrás.