Querido turista: Río de Janeiro no suena a ‘bossa nova’

La ciudad que alumbró la música que medio mundo identifica con Brasil la vive con absoluta indiferencia, aunque aún hay ejemplos de resistencia e iniciativas que tratan de devolverle el brillo del pasado

Querido turista: Río de Janeiro no suena a ‘bossa nova’
Admiradores de la Bossa Nova ven el espectáculo de Roberto Menescal y Leila Pinheiro en la playa de Arpoador, en la ciudad de Río de Janeiro.

Es una imagen recurrente en la imaginación de muchos visitantes primerizos cuando llegan a Río de Janeiro: los paisajes ondulantes de una ciudad entre las montañas y el mar con la delicada banda sonora de la bossa nova como música de fondo. Muchos la volverán a imaginar así después de ver la nueva película de Fernando Trueba y Javier Mariscal, Dispararon al pianista, dedicada a la historia de Tenório Junior, el pianista de Vinicius de Moraes. Pero en la postal de Río hay una mezcla de saudade e invención. Es una ciudad extremadamente musical, pero los cariocas conviven con indiferencia con el género musical que exportaron por todo el mundo. Para sorpresa y frustración de muchos turistas, se cuentan con los dedos de la mano los lugares donde escuchar bossa nova, aunque últimamente, a los últimos locales que aún resisten se unen algunos intentos (no siempre exitosos) de devolverle algo de vigor.

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Interior de uno de los bares ubicado en Beco das Garrafas, una de las cunas del movimiento Bossa Nova en la ciudad de Río de Janeiro. Recuerdos y souvenirs de Bossa Nova decoran las paredes del restaurante Garota de Ipanema, en la ciudad de Río de Janeiro.La estatua de Tom Jobim, uno de los mayores íconos de la música brasileña.