¿Quiere irse a la playa y no preocuparse por sus ahorros? Los expertos en finanzas le explican algunos trucos

Agosto suele ser un mes anodino en los mercados financieros, pero cuando hay una crisis su virulencia es muy intensa

¿Quiere irse a la playa y no preocuparse por sus ahorros? Los expertos en finanzas le explican algunos trucos
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Agosto trae para muchos inversores y profesionales malos recuerdos. Algunos son difíciles de olvidar: en 1990, por ejemplo, se produjo la invasión de Irak en Kuwait y la quiebra del gigante hedge fund de la época Long-Term Capital Management L. P. (que tuvo que ser rescatado por otras entidades financieras bajo la supervisión de la Reserva Federal de Estados Unidos), lo que provocó una caída del 9,5% en el Standard & Poor’s 500 (S&P 500). En 1998, el Gobierno ruso devaluó el rublo, dejó de pagar la deuda interna y declaró una moratoria en el pago de la deuda externa, lo que ocasionó una corrección en este índice del 14,6%. En 2001, después del estallido de la burbuja tecnológica, se produjo una recesión que desembocó en un recorte en esta referencia del 6,41% y, por señalar otro más, en 2015, una devaluación del yuan acabó haciendo retroceder al S&P 500 un 6,25%. Pese a estos complicados agostos, los datos generales del comportamiento de los mercados de valores en este periodo estival contradicen algo esta percepción de mes que entorpece la “paz veraniega”. De hecho, desde 1950 hasta la actualidad, la evolución en agosto del S&P 500 ha sido más bien plana, con resultados positivos en un 55% de los casos frente a un 45% de resultados negativos. Desde principios de este milenio, la situación incluso ha sido mejor: el S&P 500 ha tenido en agosto un comportamiento negativo en un 39% de los años, con una caída media del -3,72%. Bastantes más veces, por tanto, positivo que negativo.

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