Unión por la Patria: el FdT oficializó el nuevo nombre del espacio para las elecciones

Así lo confirmaron desde sus redes sociales a horas del cierre de las alianzas. En tanto, aún continúan con las negociaciones internas y el kirchnerismo habría aceptado que Daniel Scioli se presente como candidato.

Unión por la Patria: el FdT oficializó el nuevo nombre del espacio para las elecciones

A pocas horas del tiempo límite para presentar las alianzas que competirán en las elecciones nacionales, el Frente de Todos oficializó, a través de las redes sociales, que la nueva denominación que utilizarán para competir será Unión por la Patria y será anotada ante la Justicia Electoral.

“Nuestro país está frente a una encrucijada histórica. Tenemos una oportunidad única para poner a la Argentina en una senda de crecimiento económico con inclusión social”, encabezaron el posteo.

En esa línea, plantearon que “para que el crecimiento sirva al desarrollo argentino y, fundamentalmente, a mejorar la calidad de vida de cada uno de nuestros compatriotas”, y apuntaron contra la oposición: “Pero sabemos lo que tenemos enfrente. Quienes protagonizaron los gobiernos de De la Rúa y Mauricio Macri pretenden volver hoy con las mismas recetas, pero de manera más rápida y contundente”.

“Recetas que nos llevaron al 2001 y al retorno del FMI en el 2018, luego de que Néstor Kirchner, en el 2005, pagara la histórica deuda con ese organismo recuperando para la Argentina el timón de su economía”, recordaron.

Además, manifestaron que “los sectores más reaccionarios de la oposición, a través de discursos de odio y violencia, proponen la construcción de un país para pocos que incluye la eliminación de sus adversarios políticos”.

“Esta vez no ocultan sus intenciones, están a la vista de todos: dolarizar la economía, endeudar a nuestro país y hacer pagar el costo del ajuste no sólo a los que menos tienen -como siempre-, sino también a la clase media”, detallaron de forma indirecta refiriéndose al liberal Javier Milei.

En tanto, consideraron que “frente a esa disyuntiva tenemos la responsabilidad histórica de ampliar nuestro espacio político: no solo para frenar esa amenaza, para defender a nuestra Patria”, y se distanciaron de la gestión de Alberto Fernández al proponer “llevar adelante un programa de gobierno que desarrolle la economía al tiempo que mejore la calidad de vida de los argentinos y las argentinas”.

“Nos une la bandera argentina y la defensa de los valores que identifican a nuestro país y su historia: la visión federal, nuestra diversidad cultural y la profunda tradición solidaria de nuestro pueblo”, señalaron y siguieron en alusión al nuevo nombre: “Nos unimos con la firme convicción de que es la discusión a través de métodos pacíficos y democráticos la que debe saldar los profundos y necesarios acuerdos que necesitamos conseguir”.

“Nos unimos para garantizar la protección y soberanía de nuestros recursos naturales, que sirvan al trabajo y el desarrollo argentinos. Nos unimos para cuidar el trabajo y el salario de los argentinos. Nos unimos con el firme objetivo de desarrollar, de una vez por todas, una industria nacional fuerte y potente para un país cada vez más grande. Nos unimos para garantizar y hacer crecer la inversión en ciencia y tecnología argentina”, añadieron.

Y cerraron: “Nos unimos para recuperar la independencia económica y por el desarrollo de una Argentina Federal. Nos unimos para defender a la Patria. Unión por la Patria”.

El nombre elegido viene a resaltar la unidad del espacio político, que está fragmentado después de cuatro años de una interna interminable, pero que intenta cerrar las heridas condicionados por el tiempo electoral.

También un guiño a los gobernadores peronistas, que vienen pidiendo que la fórmula presidencial tenga carácter federal y que haya lugar en el armado para dirigentes del interior del país.

Más allá del cambio de nombre, los partidos políticos que configuran la coalición oficialista serán prácticamente los mismos que en 2019 y 2021: el Partido Justicialista, Frente Renovador, Kolina, Nuevo Encuentro, Partido de la Victoria, Frente Grande, Partido Comunista, Partido Solidario, entre otros.

Una vez atravesada la instancia de la inscripción de alianzas que vence en la noche de este miércoles, los frentes electorales tendrán apenas 10 días para dirimir la parte más complicada y turbulenta que es la definición de listas de candidatos, incluidas las fórmulas de presidente y vice.

Massa, “Wado” y ¿Scioli?

Este martes por la tarde la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió en su despacho del Senado a los principales aspirantes de la interna del oficialismo: el ministro de Economía, Sergio Massa y el del interior, Eduardo Wado de Pedro. No así al tercero en discordia Daniel Scioli.

Sin embargo, la sociedad conformada entre el kirchnerismo y el massismo no pudo resolver cuál será la fórmula por ese sector, que enfrentará a Scioli en las primarias, y quizás también a Agustín Rossi y a Juan Grabois, los otros dos precandidatos lanzados.

Luego de que el albertista ratificara que no está dispuesto a declinar su precandidatura presidencial, el kirchnerismo aceptó finalmente que se presente en las PASO, pero ahora se encuentran en plena “rosca” sobre las condiciones reglamentarias para la competencia, como por ejemplo el piso mínimo que debe sacar una lista para colar nombres en la nómina definitiva, ya que el operativo oficialista está destinado a bajarlo de la manera que sea.

Una de las maneras pasa por establecer los mecanismos a implementar para la eventual competencia interna. Así las cosas, están buscando establecer qué porcentaje de votos necesitará cada espacio que compita en las PASO para integrar después las boletas definitivas.

La idea es establecer un piso alto, cuestión de dejar a las expresiones minoritarias fuera. El objetivo claro es desnudar a Scioli del apoyo de quienes vean que no contará con incentivos de sumarse a su espacio si después quedan fuera de las listas definitivas. No hablamos de las nacionales solamente, sino de las provinciales y municipales.

Al respecto, Máximo Kirchner propuso  imponer un piso del 40% en contra de todos los usos y costumbres, pero el kirchnerismo se conformaría con el 30% y desde el sciolismo/albertismo tironean por achicar ese porcentaje.

Otra discusión no saldada tiene que ver con definir a partir de qué puesto de la nómina definitiva de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, la lista perdedora en las PASO podrá colar nombres propios.