Vivir en pareja sin apenas sexo: “Si tenemos que tachar algo de la lista, solemos restar horas al placer”

Muchos factores pueden afectar a la vida sexual de una pareja e incluso acabar con ella. Hablamos con expertos sobre por qué disminuye la frecuencia sexual y qué ocurre cuando el sexo pasa a la cola de las prioridades de la relación

Vivir en pareja sin apenas sexo: “Si tenemos que tachar algo de la lista, solemos restar horas al placer”

En la sociedad actual, la sexualidad se ha convertido en algo omnipresente. Nos rodea. Es casi imposible escapar de ella y, en realidad, no es nada nuevo. Así ha sido siempre. Tradicionalmente, este deseo arrasador, que lleva a que cada día a que muchas personas cometan locuras, traiciones y disparates de todo tipo impulsados por su libido, se ha canalizado a través del matrimonio, del noviazgo, del sexo en el lecho conyugal con la pareja de toda la vida. Sin embargo, cuando la pasión de los primeros meses desaparece y las relaciones comienzan a ser largas, las ganas de tener sexo disminuyen considerablemente. Un estudio publicado por International Society for Sexual Medicine concluyó que el 35% de las parejas tiene de media entre una y tres relaciones al mes. En su parte más extrema, afirma que el 5% de la gente con pareja no pasaba de uno o dos encuentros sexuales al año. Pero, ¿qué pasa cuando, por los motivos que sea, pareja deja de ser sinónimo de sexo? ¿Es posible continuar? ¿Es posible todo fluya satisfactoriamente sacando el sexo de la ecuación?

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