El fin del veto ruso a la exportación de diésel alivia la presión sobre los precios en Europa

El Kremlin permite a las petroleras vender la mitad del gasóleo que refinen y da pie a la distensión del mercado global, a la que también ayuda la bajada del crudo

El fin del veto ruso a la exportación de diésel alivia la presión sobre los precios en Europa

Rusia suaviza sustancialmente su veto a la exportación de diésel poco más de dos semanas después de que adoptase esta drástica medida bajo el argumento de paliar su propio desabastecimiento. El Ejecutivo ha anunciado a través de un comunicado que las petroleras podrán enviar el combustible a los puertos para su venta en el exterior, siempre y cuando “el fabricante suministre al mercado interno al menos el 50% del diésel producido”. La medida supone un importante alivio sobre los precios en el resto del mundo y, particularmente, en la UE: aunque desde principios de año no puede importar directamente carburantes rusos, cualquier movimiento que trastocase el mercado global tenía una reverberación particularmente grande en los Veintisiete, grandes compradores netos de gasóleo.

Seguir leyendo

Una crisis interna larvada desde la primavera

La crisis energética rusa comenzó en primavera, a la par que la cotización del rublo comenzaba a desplomarse de nuevo debido a la carestía de otras divisas en el país debido a las sanciones. La escasez de dólares y euros ha provocado que el cambio de la moneda rusa rondase los 60 rublos por euro o dólar a principios de año a superar la barrera psicológica de los 100 actualmente. Y ello, acompañado por el encarecimiento del petróleo en el mercado internacional y los recortes en la producción aprobados por el Kremlin para forzar esta situación, empujó a las compañías rusas a exportar sus productos para conseguir más ingresos.

La escasez de combustible se trasladó a los consumidores rusos. El precio de los carburantes se disparó, y en las regiones agrícolas del sur de Rusia advirtieron desde agosto que las cosechas de invierno peligraban si no se abarataba el combustible. El Gobierno, por su parte, ha iniciado varios procesos antimonopolio contra gasolineras y depósitos de combustible independientes. Asimismo, Novak ha instruido esta semana al Ministerio de Agricultura y a las autoridades locales a que supervisen los márgenes de beneficio de los proveedores de los agricultores.