El gobierno quiso seguir con el negocio de los seguros: el rol de Wasserman y los Menem
Milei no incluyó la desregulación de ese negocio en el DNU ni la Ley Ómnibus, y también excluyó a Nación Seguros de las empresas a privatizar.
El escándalo de los seguros que complica a Alberto Fernández también salpica a figuras clave del gobierno de Javier Milei, que forzado por las denuncias ahora busca mostrarse activo tratando de desarmar una caja histórica de la política.
Pero lo real es que el gobierno quiso continuar con el millonario negocio de la contratación de seguros. La evidencia de ello es que la Casa Rosada no incluyó la desregulación de ese entramado en el mega DNU 70/23 ni en la Ley Ómnibus. El decreto de Alberto que obligaba a las reparticiones oficiales a contratar seguros con Nación Seguros no estuvo en la extensa lista de normas a ser derogadas, pese a su claro contenido intervencionista.
Acaso lo más obvio del intento del gobierno por mantener esta caja política que destapó una investigación de Clarín es que Nación Seguros, la empresa a través de la que se ejecutaba la maniobra, no fue incluida dentro de las firmas estatales a privatizar de la Ley Ómnibus. En cambio, sí estaban el Banco Nación y el resto de las firmas del Grupo Banco Nación.
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Esa omisión se explica porque figuras clave del gobierno querían quedarse con el manejo de Nación Seguros y el negocio que explotó tras la salida de Osvaldo Giordano de la Anses. El cordobés buscó dejar en claro que había desarmado ese negocio en la Anses, seguramente consciente de que la cola envenenada del caso llegaría a la Rosada.
Karina Milei
LPO reveló hace varios días que Eduardo "Lule" Menem, primo de Martín y funcionario de la Secretaría General de la Presidencia, se quedó con el control de Nación Seguros y colocó como presidente a Alfonso Torres. El riojano logró poner a un funcionario de su confianza gracias a su cercanía con Karina Milei.
En toda esta trama hay varios nombres. Según supo LPO, quienes llevaron el negocio de los seguros al mundo libertario fueron dos funcionarios de Nación Seguros: Gustavo García Argibay, quien hasta hace pocos días fue director de la firma y estuvo muy cerca de quedarse con la presidencia, y Mauro Tanos que fue ascendido por el actual Gobierno a gerente General de la empresa.
Otra figura clave en esta historia es Darío Wasserman, el vicepresidente del Banco Nación. Wasserman es un funcionario muy cercano a Karina -también a Santiago Caputo- y logró colocar como vicepresidente de Nación Seguros a Juan Carlos Comerio.
Wasserman tiene experiencia en el rubro ya que durante el macrismo fue presidente de Garantizar SGR, aunque tras su salida de la gestión se dedicó los negocios inmobiliarios y a una financiera, a través de la cual conoció a Karina, quien lo visitaba en sus oficinas con regularidad durante la campaña.
La hermana del presidente forjó una amistad muy fuerte con su esposa de Wasserman, la ex camporista Pilar Ramírez, a la que terminó metiendo como legisladora porteña. Como reveló LPO, Karina selló un acuerdo con Jorge Macri y metió a Ramírez al frente de la Comisión de Planeamiento Urbano, clave para los desarrollos inmobiliarios. Wasserman también está metido en el negocio de desarrollos inmobiliarios.
El vicepresidente del Banco Nación, Darío Wasserman
Quienes conocen de cerca los movimientos de Wasserman dicen que el lazo con Karina lo forjó durante la campaña, cuando decidió poner unas fichas en Milei y además le acercó empresarios amigos. La amistad de Karina con Pilar Ramírez se forjó durante el tiempo muerto que la hermana del ahora presidente pasaba en la financiera de Wasserman, cuando esperaba que lo atendiera.
Un operador cercano a los Milei confirmó a LPO que "el hombre clave de Karina es Wasserman", señalando su influencia en el Banco Nación, los seguros y el negocio de los desarrollos inmobiliarios. La misma fuente señala que el segundo importancia es Lule Menem, a quien Karina llevó a trabajar en la Secretaría General.
