Los gobernadores negocian un permiso para pagar salarios con deuda por fuera del tope que les impone el Central
El gobierno amenaza con no renovar la autorización que vence el 31 de enero.
En medio de una compleja negociación entre el Gobierno y las provincias por un dictamen de la Ley Ómnibus que Javier Milei envió al Congreso, los gobernadores buscan convencer a Luis Caputo para que prorrogue la autorización que les permite a los bancos provinciales financiar salarios sin tope.
En 2019 el Banco Central firmó una comunicación que autoriza a las provincias a financiar salarios provinciales y municipales por fuera del cupo que tenían las provincias para financiarse.
En términos llanos, la "ayuda" de los bancos para el pago de salarios no impactaba sobre el tope que los gobernadores tenían para financiarse. Eso es lo que amenaza el gobierno con cambiar.
Esa norma vence el 31 de enero y es parte de la negociación que las provincias mantienen con el nuevo gobierno en el marco de la rosca legislativa.
"El Banco Central nos informa para que transmitamos que ha quedado fuera de agenda la extensión de autorización para que las provincias se endeuden con bancos provinciales, mecánica que utilizaban muchas veces para cubrir sus necesidades financieras urgentes", dijo el vocero Manuel Adorni en la conferencia de ayer.
La decisión de comunicar esa decisión se tomó durante la reunión de Gabinete en la que Milei definió la ofensiva contra los gobernadores para forzarlos a votar el dictamen de la Ley Ómnibus y rápidamente preocupó a los gobernadores.
Tanto los bancos estatales como los bancos privados que funcionan como agentes financieros de las provincias (algunas provincias del norte pagan salarios a través del banco Macro) transmitieron al gobierno nacional la necesidad de prorrogar la comunicación 6816 publicada por el Banco Central en octubre de 2019 tras el triunfo electoral del Frente de Todos. Por esos días, había jurisdicciones que aseguraban que no podían hacer frente a los sueldos públicos.
La situación es delicada. Es que la decisión del Gobierno de no prorrogar la norma podría impactar en la necesidad de algunas provincias de emitir cuasimonedas.
LPO contó ayer que en la reunión de Gabinete se acordó con Santiago Bausili dejar trascender que el Banco Central iba a pisar el envío de los fondos de copaticipación a las provincias, que por ley se deben girar de manera automática.
La jugada muestra a Bausili completamente alineado con el gobierno, luego de que Milei se escandalizara por la relación de Miguel Pesce con el gobierno de Alberto Fernández.
Allí se habló de pisarle a los gobernadores las trasferencias por coparticipación y se le informó a Bausili de la estrategia decidida. Se trata de giros automáticos que el gobierno no puede negar, pero sí cuenta con mecanismos para demorar.
Hacerlo sería un problema para los gobernadores toda vez que muchos están preocupados por el pago de los salarios de enero. Por eso, no renovar la extensión del Central que permite a las provincias costear salarios podría significar un fuerte impacto para las administraciones provinciales.
