Siete goles para la fiesta interminable de la selección y Lionel Messi
Contra un rival que no fue rival, la Scaloneta jugó con la alegre y competitiva seriedad de un campeón del mundo. El capitán marcó tres goles y llegó a los 102 en la selección. Nico González, Enzo Fernández, Ángel Di María, de penal, y Gonzalo Montiel completaron el resultado.

Primero contra Brasil, Uruguay, Colombia y otros clásicos sudamericanos en la Copa América; después ante Francia, Croacia, Países Bajos y las selecciones europeas que se cruzaron en el Mundial; y ahora frente a Panamá, Curazao y el paraíso fiscal que la AFA le pusiera enfrente, la selección argentina ratificó que sale a la cancha con la servilleta al cuello y el tenedor y cuchillo en las piernas para masticar rivales.
La última víctima, en la festiva noche del martes en Santiago del Estero, fue un equipo con más nombre a un licor azulado que a selección futbolera. Si la duda era si Lionel Messi anotaría su gol 100 en la selección, al final el capitán marcó tres y llegó a los 102, mientras que Nicolás González, Enzo Fernández, Ángel Di María (de penal) y Gonzalo Montiel completaron el 7 a 0 que pudo haber sido 14 a 0. Sólo Lautaro Martínez, espléndido en el Inter pero errático en la selección, falló con el gol (y lleva nueve partidos con Argentina sin gritar).

Se sabía que el partido era un excusa para festejar pero no tanto, ante un rival que también podría haber pasado como banda soporte de La Mosca, La T y La M, Los Totora, Banda XXI y el resto de las bandas que llenaron de alegría el estadio Madre de Ciudades, la fiesta que el Interior del país esperaba tras el show en el Monumental del jueves pasado.
Si la Panamá B resistió más de lo pensado en River, esta vez sólo hubo 20 minutos de incertidumbre, los iniciales, cuando el partido seguía 0 a 0 y los curazoleños (sí, ese es el gentilicio) mostraron algún atrevimiento y buen toque inesperado. Sin embargo, en los 17 siguientes, Argentina ya había marcado cinco goles para un 5 a 0 parcial que, a los 37 del primer tiempo, igualaba la máxima goleada en la era Lionel Scaloni, aquel 5 a 0 a Estonia con cinco de Messi en agosto pasado, un récord que estaba próximo a romperse.
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