Es oficial: el Servicio Meteorológico Nacional declaró el comienzo de El Niño

Luego de varios meses de espera, el fenómeno finalmente se instaló en nuestra región, tras el calentamiento del Océano Pacífico y la respuesta de la atmósfera a ese proceso. ¿Qué implica esto para el clima de nuestro país?

Es oficial: el Servicio Meteorológico Nacional declaró el comienzo de El Niño

El informe mensual del Servicio Meteorológico Nacional, publicado el viernes 1° de septiembre de 2023, lo informó oficialmente: ya está El Niño entre nosotros. ¿Qué significa eso y cuánto duraría?

Según explicaron, en las últimas semanas la temperatura del océano Pacífico se mantuvo por encima de la temperatura umbral para este fenómeno y la atmósfera comenzó a responder a ese calentamiento. Las aguas del Pacífico oriental pueden estar hasta 4 grados Celsius más cálidas de lo normal.

El ENOS (El Niño-Oscilación del sur), conocido popularmente como “El Niño”, es un fenómeno climático natural que tiene una recurrencia de entre 2 y 7 años: «Sus impactos en el clima son de escala global y varían según la región del planeta y la época del año en que el fenómeno se presente», indicaron desde el SMN. 

Suma cero

Cuentan especialistas que la atmósfera se mueve similar a un juego de suma cero. Si crecen las lluvias en América del Norte y del Sur, se producirá a expensas del sur de Asia y Australia, normalmente lluviosos, que se vuelven anormalmente secos y experimentan sequías.

El Niño causó intensas inundaciones en las secciones orientales de África, con deslizamientos de tierra, un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua e incluso escasez de alimentos. Pero al mismo tiempo, el norte y sur del continente experimentan sequías graves.

Un El Niño fuerte también influye en las temporadas de ciclones en todo el planeta. Cuanto más cálido es el Pacífico, más huracanes o tifones recibe, mientras que se forman menos huracanes en el Atlántico: el aumento de los vientos en los niveles superiores impide que se desarrollen. En 2015, por ejemplo, el Pacífico rompió récords mientras que el Atlántico experimentó un año tranquilo.

“Las anomalías de temperatura del agua del mar en el océano Pacífico ecuatorial son consistentes con una fase Niño. Se observó un debilitamiento de los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial desde mediados de julio, lo cual indicaría que la atmósfera comenzó a acoplarse al océano. El Índice de Oscilación del Sur mantuvo valores negativos, característico de una fase cálida”, destaca el informe del SMN.

En cuanto al trimestre septiembre-octubre- noviembre, los pronósticos indican que hay 99% de probabilidad de que las condiciones de El Niño se mantengan. Recién en el último mes del año puede cambiar el panorama.

No solo afecta al clima. Las aguas superficiales más cálidas en el Pacífico oriental ahuyentan a los peces de agua fría que son la columna vertebral de la industria pesquera en gran parte de América Latina. Como cuenta un artículo de la CNN, los pescadores allí notaron por primera vez el fenómeno y lo llamaron «niño» o «Niño Jesús», ya que aparecía a menudo alrededor de Navidad.

El Niño en Argentina

Desde la década de 1960 hasta la actualidad se registraron 21 fenómenos del Niño (ENOS) durante la primavera. «Estas extensas estadísticas permiten conocer con profundidad cómo se comporta el clima en nuestro país bajo condiciones Niño», subrayaron.

En general, en las primaveras bajo la influencia de El Niño suele aumentar la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro-este y norte argentino, especialmente en las provincias de Misiones, Corrientes y norte de Santa Fe. 

Estas provincias suelen ser las que tienen mayor vinculación con el fenómeno de El Niño. De hecho, de acuerdo a los datos históricos, de las 10 primaveras más lluviosas en esta región, 7 fueron en años con presencia de El Niño

Estas estadísticas demuestran las implicancias que tiene el ENOS en las precipitaciones de la región, que generalmente se traduce en temporadas donde se incrementa el riesgo de inundaciones, crecidas de ríos, tormentas intensas, entre otros impactos, en medio de un contexto de cambio climático con fenómenos extremos que adquieren mayores frecuencias.

«También hay que destacar que las primaveras con El Niño suelen ser más lluviosas en la provincia de Buenos Aires, sur del Litoral y el noroeste de Patagonia», mencionaron. 

Y acotaron que en otras regiones de Argentina el fenómeno también trae consecuencias: «Un panorama completamente opuesto al anterior se observa en el oeste de la Pampa Húmeda, donde en las primaveras con El Niño predominan lluvias inferiores a las normales». 

El tiempo en los próximos días

En el AMBA el Niño ya muestra una cara por estos días, donde comenzó un período de lluvias que se mantendrá al menos hasta el jueves.

La temperatura máxima se mantendrá entre los 12 y los 16 grados, y la mínima llegará a un dígito.

De cara a la primavera/verano, la perspectiva es un aumento de la temperatura promedio, como antesala al verano 2024 que aparenta continuar la tendencia de récords de calor registrados en los últimos veranos.