Guerra total en el MAS: Evo insiste con su candidatura y dice que "Bolivia está gobernada por la mafia"
El ex presidente adelantó que no respetará el fallo del Tribunal Constitucional que lo inhabilita para ser candidato en 2025. "Mi interpretación es que estoy habilitado", dijo.
La ruptura en el Movimiento al Socialismo de Bolivia es total. Ya no hay vasos comunicantes entre el sector que respalda al gobierno de Luis Arce y el ex presidente Evo Morales que insiste con presentarse como candidato en 2025.
Evo, que impuso desde Buenos Aires la candidatura de Luis Arce sin consultar a las bases, no pudo tolerar nunca que su ex ministro de Economía adquiriera autonomía en las decisiones y aumentara el respaldo de la población.
El fallo del Tribunal Constitucional que impide la postulación de Morales fue la gota que rebalsó el vaso y eliminó por completo toda posibilidad de reconciliación.
Evo se lanzó a la presidencia de Bolivia y agudiza la ruptura con el gobierno de Arce
El fallo judicial habilita a la candidatura de cualquier ciudadano sólo dos veces, dando luz verde a una reelección de Arce y sacando de la cancha a Evo por haber sido Jefe de Estado 13 años. Cabe recordar que para postularse en 2019, Morales desoyó una consulta popular que le dio al espalda ante el impedimento constitucional y forzó una interpretacion de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que terminó con el golpe de estado que puso a Jeanine Añez en la presidencia.
Sin embargo, Morales confirmó que "su interpretación" es que está habilitado por no hay detalles respecto las reelección discontinua. "Es un comentario, no una resolución. No es la verdadera sentencia sobre la habilitación o inhabilitación de Evo".
"Evo sigue habilitado, según mi interpretación. No es una resolución, es un comentario, no está en la parte resolutiva. ¿Eso qué significa? Evo sigue habilitado como candidato a Presidente. Intentan, intentan, intentarán. Qué más no harán. Hay que estar atentos. Pero, ya es una intencionalidad y crear confusión", insistió.
En ese marco, el ex presidente disparó munición gruesa contra el gobierno, al que acusó de "mafioso y narcotraficante" y denunció una persecución en su contra.
"Estamos siendo gobernados por una mafia. A esa situación llegamos. Esos operativos utilizaron para beneficios personales y de grupo porque - según sus policías informantes - la plata que sacan no llega a la tropa. Pagaron dos palos y un palo significa 100.000 dólares y en ese operativo sacaron 200.000 dólares a dos narco-detenidos, por eso digo, lamentablemente estamos siendo gobernados por una mafia", remarcó.
Luis Arce.
El destinatario de todas las acusaciones de Evo es el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, funcionario de extrema confianza de Arce que en el sector de Evo acusan de influencias y "derechiza" a Arce, además de vincularlo con grupos narcos.
"Yo creo que de redes de narcotráfico hemos pasado al narco-estado compuesto por algunos ministerios, los narcotraficantes y la justicia boliviana", apuntó.
Una fuente cercana al presidente Arce reconoció a LPO que la interna no tiene vuelta atrás y planteó que "Bolivia es víctima de la enfermedad de poder de Evo y la agenda de Bolivia está sumergida en sus locuras". "Hace todo lo posible para que tengamos un Milei en 2025", lamentó.
Del lado de Evo, afirman que "el gobierno está jugando sucio" y lo responsabilizan de los dice será una inminente ruptura formal entre el MAS que lo controlaría el grupo de Arce y su vice David Choquehuanca que cuenta con un importante poder territorial y el Instrumento para la Soberanía de los Pueblos (IPSP) bajo el liderazgo de Evo Morales.
