Vivir 120 años (y con buena salud), el pelotazo económico que viene

La industria del envejecimiento, que aspira a retrasar y revertir las enfermedades relacionadas con la edad, tendrá un valor global de 610.000 millones de dólares en 2025

Vivir 120 años (y con buena salud), el pelotazo económico que viene

Suponga que le dan la opción de vivir 120 años. La mayoría de los que ahora leen estas líneas firmaría inmediatamente la tentadora oferta. Recuerde, sin embargo, que en los últimos 40 años de su existencia (14.600 días) podría tener dolores, problemas de movilidad y dependencia, demencia, degeneración macular, cardiopatías y otras enfermedades crónicas. Muy probablemente rechazaría la propuesta. Ganar años de vida supone envejecer y el peaje no es menor. De momento.

Seguir leyendo

Una jugada a largo plazo

No hace falta ser Jeff Bezos para invertir en biotecnología, un sector que suele considerarse arriesgado, debido a la incertidumbre que rodea a los ensayos clínicos y las aprobaciones reglamentarias (pasan por tres fases de ensayos clínicos antes de que se autoricen y se pongan a disposición de los pacientes). Es un proceso muy complejo, ya que el ciclo de las innovaciones biotecnológicas oscila entre 10 y 15 años, incluso más. “La traslación de los intrigantes estudios con animales a los seres humanos es complicada y la mayoría de los ensayos clínicos de nuevos fármacos no funcionan”, dice Mehmood Khan, director general de Hevolution Foundation.  
“La rentabilidad de estas compañías depende de los datos clínicos”, explica Álvaro de la Rosa, selector de fondos temáticos de renta variable en Abante, firma de asesoramiento que tiene un fondo para el sector salud, Life Science Fund, que invierte en distintos segmentos, desde biotecnológicas hasta aseguradoras y software médicos. Por esto, “la mejor opción de inversión es diversificar entre las pequeñas compañías que no tienen medicamentos aprobados y que son más volátiles, y las grandes, con productos en el mercado”, sostiene De la Rosa, que no cree que se esté gestando una burbuja de la biotecnología. “En 2021 y 2022, las biotech se han quedado bastante rezagadas y, por ello, las valoraciones son bastante atractivas”. La rentabilidad del Nasdaq Biotechnology en los últimos cinco años ha sido del 4,2%, frente al índice MSCI World (8.5%). 
El riesgo, que además de cuestiones clínicas o científicas abarca aspectos comerciales y financieros, es inherente a las inversiones en biotecnología. “La clave radica en identificarlos en etapas tempranas, trabajar para reducirlos y saber tomar las decisiones adecuadas”, comentan en Ysios Capital. Como dice Damien Ng, de Julius Baer, los inversores y fundadores de empresas de longevidad deben estar preparados para jugar a “largo plazo”.