La pelea entre Galperin y los bancos llegó al escritorio del FMI

El organismo tomó nota de las ventajas que obtiene Mercado Libre y anticipó que el gobierno reducirá la regulación que pesa sobre los bancos para "aumentar la competencia".

La pelea entre Galperin y los bancos llegó al escritorio del FMI

Un párrafo del informe que publicó el FMI sobre la Argentina reavivó la pelea entre el sector bancario y las billeteras virtuales, un negocio que monopoliza Marcos Galperin con Mercado Pago. La relación entre ambos es tirante desde que a través de la expansión de Mercado Pago, el emprendedor tech incursionó en prácticas que se superponen a las que tradicionalmente prestan las entidades financieras, como el otorgamiento de créditos pero sin las regulaciones que pesan sobre aquellas.

Por eso llamó la atención que el Fondo Monetario Internacional hablara sobre “modificar los marcos regulatorios para garantizar la igualdad de condiciones entre las empresas fintech y las instituciones bancarias tradicionales”. Según los técnicos de la entidad, “estas medidas tienen como objetivo aumentar la competencia en el mercado, fortalecer el canal crediticio de transmisión monetaria y apoyar una recuperación más rápida del crédito del sector privado”.

En realidad, el organismo se hizo eco en su staff report de un documento oficial del gobierno, la carta de intención firmada por Luis Caputo y Santiago Bausili, en sus roles de ministros de Economía y presidente del Banco Central. Son ellos los que anticipan en ese texto que “está prevista una mayor flexibilización de las regulaciones bancarias y se está llevando a cabo un proceso de revisión regulatoria para garantizar la igualdad de condiciones entre empresas fintech e instituciones bancarias tradicionales”.

Desde los bancos miran de reojo a Galperin. Su billetera virtual sirve también como un virtual plazo fijo, ya que remunera a sus clientes por los saldos que permanecen sin utilizar. También habilitó la operatoria Mercado Crédito, que permite compras on line hasta en 12 cuotas, como si fuera una tarjeta, y ofrece préstamos personales al instante. Son servicios que compiten directamente con los bancos comerciales.

En otros países, como en México, la legislación es más taxativa y Mercado Libre debió obtener una licencia especial, igual a la de los demás bancos privados, para ofrecer esa operatoria. En Argentina, el Banco Central no se la exigió.

A ello se suman otros beneficios que la empresa posee. En 2021 MELI (como se la conoce por la sigla con que opera en la Bolsa) logró ingresar al Régimen de Promoción de Economía del Conocimiento previsto por la ley 27.570, que entre otras ventajas ofrece “reducción de manera segmentada del Impuesto a las Ganancias según el tamaño de la empresa; una rebaja de hasta 70% en las contribuciones patronales y un alícuota del 0% de derechos de exportación de servicios”, según informa la web del Ministerio de Economía.

Estos factores permiten que la compañía de Galperin deje de pagar alrededor de 100 millones de dólares anuales. La empresa rechazó estar en una posición ventajosa y señaló que tributa U$S 1.450 millones al año por impuestos propios, además de retener y derivar al fisco U$S 1.900 millones de otros contribuyentes.

Así las cosas, y a juzgar por la carta de intención que el gobierno envió al FMI, el entuerto podría resolverse no ya por ampliar las regulaciones a Mercado Libre sino por quitar algunas de ellas a los demás bancos.

La situación se volvió más evidente por el altísimo perfil mediático que adquirió Galperin. El crecimiento de su empresa, uno de los pocos “unicornios” locales, se dio a la par de su intervención en política: apoyó activamente a Mauricio Macri primero y a Javier Milei en la actualidad.

Desde su exilio autoimpuesto en Uruguay (otra de las cosas que le achacan sus detractores, que le reprochan ampararse en la libertad de mercado para acumular subsidios millonarios del Estado y luego radicarse en otro país para pagar menos impuestos), el magnate “picantea” en las redes sociales no sólo al kirchnerismo sino a todos los que no apoyaron a Milei en las elecciones. En ese tono se expresó en X la semana pasada, cuando se aprobó en el Senado la Ley Bases: “¿Que sentirá la gente que vota en contra de una ley que, luego de ser aprobada, suben los bonos, baja el riesgo país, cae el dólar, suben las acciones? ¿En algún momento se replantearán que sus ideas son malas para el país?”.