Romina Uhrig reveló cuál fue la peor cirugía estética que se hizo en su vida

Gran Hermano finalizó y aunque Marcos Ginocchio fue elegido como el ganador del certamen, cada participante obtuvo una nueva vida tras su salida del reality y eso termina siendo un premio distintivo. La que está aprovechando al máximo su popularidad es Romina Uhrig.

La ex diputada de se encuentra brindado diferentes entrevistas y habla de su dolorosa historia de vida. Luego de revelar que sufrió un abuso de pequeña, Romina pasó por A la Barbarossa y se confesó respecto a las cirugías estéticas que se hizo.

“Yo me hice varias. La de las mamas porque tuve tres nenas, me levanté, y después me hice la abdominoplastía. Como no tengo muy linda piel, me había quedado muy feo lo que es la panza y las mamas”, deslizó Uhrig, en un relato de pura sinceridad.

Comentando un poco que todo esto también lo arrastraba por sentir diferentes inseguridades, Romina blanqueó un error grosero. Al no tener mucho conocimiento sobre el tema, dejó entrever que su peor momento con las cirugías fue en un intento fallido de hacerse la nariz.

“Cometí un error grande por querer verme mejor. Me había hecho lo de la nariz, que te pinchan y te la levantan... bueno, me había quedado una cosa acá y me tuvieron que sacar todo ese relleno, se me cayó la punta. Tuve que operarme”, le contó la ex hermanita a Georgina Barbarossa.

Buscando llegar al trasfondo de esta cuestión, la conductora le hizo diferentes preguntas sobre su personalidad y allí Romina abrió su corazón. Visibilizando un tema que le ocurre a muchas personas, habló de su batalla diaria contra sus propios prejuicios.

“De chica era insegura. También de grande. Me acuerdo de que cuando vine a hacer el casting (para GH) una de las productoras me decía siempre ‘dale Romi, dale’, siempre me alentaba. Pero sí, era bastante insegura y sigo siendo un poco insegura”, gatilló.

Aunque los retoques estéticos es una mala etapa que transitó en su vida y que hoy forma parte del pasado, intentó anteponerse frente a ellos. Abocándose de lleno al trabajo físico y el deporte, Romina encontró una salida sana y que la hizo sentir realmente bien.