“Cumpleañitos lúgubre”: 850 investigadores de Conicet cumplen dos años esperando su alta en el organismo
Si se suman los 400 científicos aprobados en la última convocatoria, ya son más de 1200 en espera y sin garantías de que se concrete su ingreso. En tanto, en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación se perdieron 4148 puestos desde que asumió Milei y no se sabe dónde están los fondos para el sector de agencias internacionales.

Hubo globos negros y tortas con el número dos. Hubo fotos y pancartas, pero sin motivo de festejo. Al contrario: 850 investigadores organizaron un “cumpleañitos lúgubres” en sedes del Conicet de distintos puntos del país para visibilizar que se cumplieron dos años desde que esperan su alta para el ingreso al organismo, tras haber sido evaluados, aprobados y seleccionados.
“Formalmente no hay respuesta. Solo nos dicen que está frenado el ingreso porque dentro del Estado nacional no hay presupuesto y que no va a haber ingresos a planta permanente en ningún área. Pero informalmente nos dijeron que no hay voluntad política, que no quieren que haya gente ingresado al Conicet. Ya nos trataron de ñoquis, nos dijeron que investigamos pavadas, es la voluntad política de achicar el Conicet”, dijo Florencia Yanniello, doctora en Comunicación Social en Río Negro. El proyecto que presentó y se aprobó para su ingreso incumplido tiene que ver con estrategias de prevención en la comunidad ante incendios forestales en Patagonia Norte.
Es una de las 850 personas que en septiembre de 2023 celebró haber sido seleccionada para el ingreso a la carrera de investigación en el Conicet, y desde entonces espera noticias sobre su alta. “Hay distintas situaciones: yo estoy cobrando una especie de estipendio desde hace dos años, como si tuviera una beca sin aportes ni aguinaldo. Pero hay mucha gente sin cobrar hace dos años. Nunca en la historia del Conicet fue tan larga esta espera”, comparó.
A las 850 personas seleccionadas en septiembre de 2023 se suman otras 400 aprobadas semanas atrás, con una convocatoria mucho más reducida y sin ninguna garantía de que se concrete formalmente el ingreso. “Es muy poco clara la perspectiva y estamos con mucha preocupación porque se sigue ampliando la lista de espera”, planteó.

¿No hay plata?
“Gente de adentro nos dice que el presupuesto está, porque hubo jubilaciones y retiros de gente que se va al privado, por ejemplo”, detalló Yanniello. Sin embargo, el discurso oficial sigue siendo que “no hay plata”.
Desde que asumió Javier Milei en el Gobierno Nacional la pérdida de empleos en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación fue de 4.148 puestos, de acuerdo con un estudio del grupo Economía, Política y Ciencia (EPC), del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación.
Además del congelamiento de nuevas incorporaciones a la Carrera de Investigador Científico y de Personal de Apoyo del CONICET, la gestión llevó a la “paralización completa de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través de la desarticulación de sus órganos de gobierno, la falta de ejecución de financiamiento a la investigación procedentes de créditos internacionales, la cancelación arbitraria de becas y la suspensión de la línea de subsidio más importante”, según enumeró el colectivo Investigadorxs Ingresantes Conicet mediante un comunicado.
“Todo esto forma parte de un contexto amplio de retrocesos en el complejo científico-tecnológico nacional. A pesar de esto, auditorías oficiales y privadas revelan que el Estado argentino recibió fondos internacionales destinados a la ciencia que no han sido utilizados. Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), informaron la disponibilidad de al menos 53 millones de dólares en cuentas oficiales, sin ejecución comprobada. Estos fondos, que deberían haber financiado proyectos estratégicos y el pago de becas, permanecen sin ejecución”, remarcaron sobre un dinero que, tal como viene advirtiendo la comunidad científica, no se sabe dónde está.
“Las regulaciones de los préstamos establecen que no pueden ser destinados a otros fines, lo que refuerza la incertidumbre sobre su administración. La falta de gestión de estos recursos compromete el futuro del sistema científico y pone en riesgo el acceso a nuevos financiamientos internacionales”, alertó el colectivo.